domingo, 8 de noviembre de 2015

CASOS DE GABINETE

Por Federico Tatter @Fedetatter ‪#‎relatosbreves‬ ‪#‎eranegra‬ ‪#‎paraguay‬ ‪#‎UNAnotecalles‬ ‪#‎Paraguaynotecalles‬ ‪#‎Memorianotecalles‬
El ministerio de Relaciones Exteriores de la dictadura, a cargo de Carlos Augusto Saldívar, en los años ochentas, recibió órdenes de Alfredo Stroessner de prestar especial dedicación al seguimiento de las actividades de los ciudadanos contestatarios y opositores al stronismo en diversas partes del mundo donde la dictadura los exilió. En realidad, todos los ministros anteriores recibieron idénticas órdenes. El seguimiento de paraguayos en el exterior, fue una constante durante 35 años.
Pero este es el caso de los paraguayos exiliados en la Argentina, quienes desde 1983, acompañaron la recuperación de la democracia en ese país hermano, luego de siete años de terrorismo de estado atroz.
Desde sus inicios, el gobierno del doctor Raúl Alfonsín, apoyó con decisión la democratización en Paraguay y obviamente, apoyó todas las acciones de la comunidad paraguaya exiliada en ese país, quienes habían tenido sobre sus cabezas, dos dictaduras.
Tal dedicación le prestó el ministro Saldívar, que cuentan que tenía archivos bien ordenados en su propio gabinete para seguir paso a paso el Asunto. Una de sus carpetas llevaba el título: “Ministerio de Relaciones Exteriores, Gabinete del Ministro. Asunto: República Argentina. Actividades de Opositores. Misiones”.
Cuentan, que en ella fue hallada una copia de la comunicación V.P. N° 11, del 27 de febrero de 1985, enviada por el embajador paraguayo en la Argentina, Luis González Arias, dirigida directamente al ministro del Interior, doctor Sabino Augusto Montanaro, con una grave preocupación de estado. Textual: “Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Excelencia para informarle que día 8 de marzo próximo, se realizará una manifestación en frente a nuestra Embajada para celebrar (sic) el quinto aniversario del atraco a Caaguazú”.
Cabe aclarar. No fue una celebración, fue una demostración de protesta por la masacre de campesinos de Acaray-mi, donde aún hay diez desaparecidos, asesinados por fuerzas militares y paramilitares del partido colorado.
Continúa la nota de González Arias: “Remito adjunta una circular de la CPT en el Exilio, donde anuncian el programa de actos para el presente año”.
La paranoia natural del dictador permeó a toda la estructura del estado, a su entero servicio. El embajador González Arias hizo lo de todos. Cargó bien la tinta para demostrar su lealtad a toda prueba. Y bien que le sirvió. Pues el ministro Carlos Augusto Saldivar, el 24 de julio de 1986, a través de su D/M N° 149, le comunicó que por decreto N° 16.657, del día anterior, 23 de julio de 1986, el dictador lo nombró como su embajador representante permanente ante los organismos de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra, Suiza. Cosas del gabinete. Compensar los servicios prestados: seguir celosamente las actividades de los opositores paraguayos a la dictadura. De cuando perseguir paraguayos en el exterior era cuestión de estado. Un hecho en absoluto ilegal en cualquier régimen democrático.

Federico Tatter.
7 de octubre de 2015. Asunción, Paraguay.
Corregido por Eugenia de Amoriza.

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