Hoy se realizan elecciones libres, transparentes y hasta
ejemplares en toda Sudamérica. Algunos mandatarios nos pueden gustar más que
otros, pero todos son legítimos surgidos de elecciones directas, incluso con
asombrosos niveles de participación, hecho que valida la democracia, en un
continente no habituado a la democracia, sino a dictaduras cívico-militares
impuestas que nos han mantenido en el atraso y la confrontación permanente contra
la sociedad civil como blanco. El enemigo interno, es el ciudadano, como estilo
de gobernar con fuerza y arbitrio.
Hoy Sudamérica es una zona de mayor democracia que hace 30
años, es una zona de mayor paz que hace 30 años, es una zona más soberana que
hace 30 años, es una zona de mayor desarrollo con inclusión social que hace 30
años, es una zona de más derechos que hace 30 años. Es una zona donde el ya
perimido "Consenso de Washington" de factura neoliberal, va dando
lugar al "Consenso de Brasilia", de definición demócrata social y
progresista, con todo lo que ello implica.
Paraguay es hoy el único que no tiene un gobierno electo en
forma democrática y directa. Nos han cortado la soberanía popular de golpe. Eso
es un atraso que se medirá en décadas en nuestra directa contra como nación
independiente.
Pragmáticamente, creo, que en las elecciones de abril de
2013, los ciudadanos debemos sopezar muy bien nuestra participación y la
dirección de nuestro voto, pues nos tocan tareas más importantes que las
habituales en cualquier democracia. Hoy debemos reconstruir la democracia
perdida. Debemos nuevamente designar por el voto universal a mandatarios y
representantes legítimos luego de un quiebre politico y un quiebre moral de los
principales actores políticos de hoy. Nos toca nada menos que restaurar la
democracia, para así, volver a sumarnos al futuro compartido dentro de nuestra
histórica región, plenamente reconocidos por la comunidad internacional
democrática, con mandatarios legítimos por el pueblo, y con respeto a las
diversidades, características y ritmos, pero en democracia plena siempre.
Dictaduras ni golpes nunca más en Paraguay ni en el continente.