lunes, 29 de diciembre de 2008

EL REVERSO PERVERSO DEL DISCURSO HEGEMONICO



Comparto este material que me enviaron por varios medios (http://www.milenio.com/node/138655). Aprecio la simple y profunda lógica de las contradicciones que desarticulan y a la vez rearticulan el verdadero sentido del discurso del engaño, la manipulación de la realidad a través de métodos que encubren y confunden a su inverso. Verdad y mentira se invierten libremente en el discurso hegemónico, es decir el discurso que concreta en actos y hace daño, sea en publicidad, propaganda o política. Y tómese como hegemónico a un pequeño grupo de ciudadanos o ciudadanas que en un tiempo y un espacio puede ejercer poder sobre un universo de ciudadanos y ciudadanas inmensamente mayor y que no cuenta con una capacidad proporcional de defensa o contestación. El autor se centra en el discurso del consumo, pero la metodología puede extenderse a otras materias. El silogismo aplicado puede hasta producir humor, aún cuando nos encontremos que en realidad hablamos de tragedias cotidianas que sobre personas reales se aplican, generalmente sin que las desdichadas se den cuenta, y cuando se den cuenta, ya es muy tarde. La foto corresponde a Paul Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich Alemán, y uno de los principales intelectuales nazis, artífice y perpetrador de la propaganda y la manipulación mediática moderna. Al final del artículo del señor Jorge Majfud "Consumo, ergo soy", va una lista con los 11 principios de la propaganda adjudicada al ex jerarca nazi P.J. Goebbels, publicada también en un medio digital, que en gran medida, a pesar del tiempo, y aunque mil veces negada, parece seguir siendo la brújula de muchos constructores del discurso, la propaganda, la publicidad, la manipulación mediática, comercial y/o política, "políticamente correctos" incluidos.


Federico Tatter.


CONSUMO, ERGO SOY


"No importa el dinero sino comprar con el corazón"; "Su salud es nuestro negocio, pero también es nuestra pasión". La verdad y la mentira llegaron a un acuerdo: iban a caminar juntas pero cada una seguiría disfrazada de la otra, para que el trabajo de distinguirlas sea aún más dificultoso. Ambas también acordaron hablar un idioma común y el uso de la narratura social como género literario predominante de cada nueva cultura hegemónica. Así, iban a buscar cada día nuevas estrategias para negar lo que se dice y decir lo que se niega y, al mismo tiempo, lograr que quienes deban sufrir la violencia de una determinada realidad sean ellos mismos quienes repitan la narratura que la provoca y la sostiene. Violencia dulce, pero dulce al fin. Y cuando alguien se atreva a dudar de cuál es cual, si quien habla es la verdad o la mentira, será crucificado o exiliado por la misma turba en nombre de la coherencia práctica y de la paz mundial."


Jorge Majfud. Diciembre 2008. Publicado en Milenio.com. Un descenso en el consumo es la peor noticia de estos últimos meses del 2008 en Estados Unidos, México, Europa, Rusia, Japón, Indonesia, China y la Cochinchina. Los presidentes de todo el mundo, de todos los colores y de todas las ideologías en consumo, tratan desesperadamente de confirmar la fe de los consumidores en La Economía, para que vuelvan a consumir más y no cunda el pánico de una catástrofe de consumidores que no consumen. Europa, Japón y Estados Unidos ya han inyectado dinero en los mercados para que los consumidores consuman. Casi nadie habla de los problemas de la producción sino de los problemas del consumo. Si antes el ahorro era la base de la fortuna ahora la obligación moral es el gasto, porque es la base de la reactivación.

Casi un año atrás el gobierno norteamericano había enviado jugosos cheques a cada uno de sus consumidores para que los invirtieran en consumir, pero a alguno se le ocurrió la mala idea de ahorrarlo o prefirió pagar alguna que otra deuda. Hasta los programas de la farándula —que son los principales programas de educación popular—, como El Gordo y la Flaca de Miami parecen haber hecho causa heroica sobre la obligación de consumir para impulsar el desarrollo, por lo cual irse de shopping pasa a ser un valiente acto de altruismo. Una vez más los pobres y hambrientos del mundo tienen más motivos para agradecer a los ricos despilfarrantes.

Hace unos cuatro años le dije a un amigo brasileño que defendía la costumbre de la gente en Estados Unidos de comprar y tirar sin necesidad, que un progreso que se base en este consumo desorbitado no me convencía en su lógica interna. Mi amigo me replicó que si no fuera por todo lo que se tira y desperdicia en Estados Unidos no habría tantas industrias en África y en América latina ni países socialistas como Venezuela venderían tanto petróleo a precios tan altos.

Hasta cierto punto tenía razón, pero visto en su globalidad afirmar que cada vez que uno tira a la basura media pizza, un televisor o una silla fuera de moda, en realidad le está haciendo un favor a un pobre en alguna parte del mundo es una lógica que falla por algún lado. Hasta cierto punto es comprensible que si los yanquis no consumen la basura que produce China, los otros países productores de materias primas, países en vías de consumo, pierden más mercados, empezando por el mercado del petróleo. Pero como entre los drogadictos, las inyecciones de dinero dulce se han repetido con menor efecto cada vez. A largo plazo, basar el progreso en el mero consumo sigue siendo un absurdo que tendrá que cambiar algún día. Un absurdo del que todos formamos parte de una forma o de otra.

Ahora, ¿cómo es posible mantener viva esta superstición por tanto tiempo?

Pese a todo, la narrativa macroeconómica ha sido, increíblemente sincera: el objetivo de los consumidores —antes ciudadanos, gente, personas— es consumir. O las crisis vuelven sinceros a sus actores o el trabajo sucio lo sigue haciendo la narratura social. Veamos.

Un comercial de Best Buy muestra a una joven empleada hablando en spanglish. La joven narra cómo recientemente atendió a dos niños que querían hacerle un regalo a su madre y sólo tenían unas cuantas monedas. Ella los ayudó a conseguir un modesto disco de música para que los niños tuviesen algo qué regalar. Al final, la joven concluye con una moraleja al estilo de los Exemplos del Conde Lucanor en el siglo XIV: "no importa el valor del regalo sino que éste sea hecho con el corazón". En otro comercial casi simultáneo, Wal*Mart aconseja a los consumidores que ahorren dinero en tiempos de crisis económica. Claro, para ahorrar, deben ir a consumir a Wal*Mart.

El primer sentido y objetivo de la empresa y del comercial —los beneficios económicos producidos por la venta, grande o modesta— es oculto detrás de una narración que apela a la emoción y a un discurso tradicional y políticamente correcto. El explícito "no importa el valor monetario sino el valor emocional" sustituye el verdadero sentido de la narración, que es el contrario implícito: "no nos importa el amor sino que los niños compraron, consumieron, y detrás de ellos y en su propio futuro está la continuidad de estas ganancias". Ahora, si la lógica del beneficio no es mala ni para un socialista que vive en un mundo capitalista, ¿por qué ocultarla?

Quizás porque uno sólo puede tener una fe ciega en aquello que no se ve. La narración de la ideología hegemónica hace invisible su objetivo central presentando una visualización contraria de esa narración, es decir, creando la máscara de la historia real. De la misma forma, el mundo secular del capitalismo se enmascara con la narración religiosa que predomina en sociedades como Estados Unidos.

La narratura social —narrativa que sutura las contradicciones sociales— disocia la realidad del discurso poniendo el discurso por encima de una determinada realidad que cubre como un manto. Se confía que el público no atenderá a esa realidad sino al discurso. El discurso, al ser políticamente correcto y repetitivo, es ingerido como ideoléxico, como el espacio moral que es compartido por diferentes grupos sociales, políticos, religiosos, raciales, generacionales, and so on.

Hace unos años en Estados Unidos existían eslóganes de clínicas privadas que rezaban "Your health is our passion (Su salud es nuestra pasión)". Tal vez porque este slogan no era del todo verosímil, para re-suturar esta contradicción, los comerciales comenzaron a incluir cápsulas dialécticas de este tipo: "your health is our business, but it is also our passion" (Su salud es nuestro negocio, pero también es nuestra pasión)". Mientras tanto, para que una persona logre obtener un seguro de salud primero debe demostrar que no está enfermo. Es lógico, desde la perspectiva del mercado: si las compañías aseguradoras asegurasen enfermos perderían dinero. Y cuál es el objetivo de una compañía que vende derechos de salud? La salud? Sí, la salud de la compañía. La aseguradora se asegura que el asegurado no necesita un seguro antes de vendérselo. Si una compañía de seguros de salud sospecha que el aplicante puede enfermarse seriamente en los próximos años, le denegará la aplicación. Está en su derecho de proteger sus beneficios. Si de todas formas usted quiere comprar un plan de salud deberá ir a una clínica y gastarse sus ahorros para que un médico le asegure a la aseguradora que usted está perfectamente sano. Si logra hacerlo, tendrá un servicio de primera: la mejor medicina con la mejor tecnología; y si es hospitalizado tendrá el mejor menú en las salas más amplias y más confortables del mundo. Porque eso es buen servicio. Si no puede, mejor declárese indigente, porque el Estado tiene buenos programas en estos casos. Pero recuerde, usted debe ser gente o indigente, ese es el negocio.

"No importa el dinero sino comprar con el corazón"; "Su salud es nuestro negocio, pero también es nuestra pasión". La verdad y la mentira llegaron a un acuerdo: iban a caminar juntas pero cada una seguiría disfrazada de la otra, para que el trabajo de distinguirlas sea aún más dificultoso. Ambas también acordaron hablar un idioma común y el uso de la narratura social como género literario predominante de cada nueva cultura hegemónica. Así, iban a buscar cada día nuevas estrategias para negar lo que se dice y decir lo que se niega y, al mismo tiempo, lograr que quienes deban sufrir la violencia de una determinada realidad sean ellos mismos quienes repitan la narratura que la provoca y la sostiene. Violencia dulce, pero dulce al fin. Y cuando alguien se atreva a dudar de cuál es cual, si quien habla es la verdad o la mentira, será crucificado o exiliado por la misma turba en nombre de la coherencia práctica y de la paz mundial.


PRINCIPIOS DE LA PROPAGANDA SEGÚN GOEBBELS


Julio 17, 2007 in Biopolítica, Cultura_v2.0. Publicado en: ciudadtecnicolor.wordpress.com

  1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.
  2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
  3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
  4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
  5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
  6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
  7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
  8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
  9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
  10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
  11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.

domingo, 28 de diciembre de 2008

ESTADOS UNIDOS: COMO SE CONFECCIONA LA CARNE DE CAÑON


Comparto este material del escritor Juan Gelman sobre el estilo y la nueva composición de los ciudadanos norteamericanos reclutados por las fuerzas armadas para sus guerras de conquista e invasión. Predominan los pobres, desempleados, afro, latino y oriente descendientes, aumentan las personas con cada vez menor instrucción, y aquellos con antecedentes penales. Y las bajas, mala conducta, deserciones aumentan a pesar de recibir cada vez más alicientes económicos. Dos detalles importantes, los reclutados cada vez más son jóvenes de menor edad, y ya comienzan a elevarse las denuncias de organizaciones de derechos civiles de ese país sobre el enrolamiento de jóvenes de 17 años o menos, así como también el desarrollo de "video-juegos" sospechadamente a cargo de las fuerzas militares oficiales, en donde virtualmente brindan un previo y adelantado entrenamiento e incitación a un próximo enrolamiento en el ejército a niños desde los 13 años.

Este reporte no aborda, la creciente existencia de empresas privadas armadas, constituidas por mercenarios de diversos países, soldados de elite de ejércitos latinoamericanos, ecuatorianos, peruanos, que son tentados a enrolarse en estas "empresas de seguridad" que realizan acciones de soporte a los ejércitos de ocupación en Irak y Afganistán predominantemente, pero que actualmente se extienden a varios países cercanos en donde existen tanto fuerzas de los Estados Unidos como de la OTAN. A los mercenarios latinoamericanos aparentemente les pagan menos que a los de otras naciones como Polonia o varias repúblicas ex soviéticas, que son atraídos por los sueldos y las posibilidades de una rápida fortuna.

No hay datos exactos o fiables sobre las tasas de retorno en ataudes o heridos temporales o permanentes, tanto de jóvenes americanos como mercenarios de diversos países, pero a juzgar por el nivel de violencia desatada y la capacidad de encubrimiento que aún tienen estos ejércitos en acción, aunados los medios de comunicación altamente cómplices, las cifras oficiales padecerían de altos subregistros y engaños a la sobreengañada opinión pública, si es que ella aún es tenida en cuenta en estos menesteres. Va el comentario de alerta sobre la utilización y entrenamiento de niños para ser ingredientes de la nueva carne de cañón norte-americana. En la foto: cooperación y entrenamiento de militares centroamericanos y franceses en la isla de Martinica (Francia). Fuente: perspectivamilitar.blogspot.com


Federico Tatter.


De hacer lo que se puede


"El atentado del neonazi Timothy McVeigh contra un edificio federal de Oklahoma City en 1995 causó la muerte de 168 personas y heridas a más de 500. Fue un ataque al gobierno central ejecutado por un veterano de la guerra de Vietnam. Washington no necesita importar terroristas. Los forma en las guerras que desata y los tiene en casa".


Por Juan Gelman. PAGINA 12. ARGENTINA. El Pentágono anunció con cierto orgullo que había alcanzado y aun superado sus metas de reclutamiento para el año fiscal 2007/08. En efecto: a fines de julio de este año lo había logrado ya en las cuatro armas –marines incluidos–, la guardia nacional y los cinco cuerpos de reservistas, con un total de más de 200.000 novatos incorporados. Lo que no declara es la calidad de los que se convertirán en soldados: por cuarto año consecutivo, el ejército estadounidense no consiguió que éstos posean el nivel de educación requerido, el bachillerato. No en vano siguen las bajas en Irak y Afganistán.

Ingresa, en cambio, otra clase de gente. Más del 11 por ciento de los reclutas necesitó permisos especiales porque había tenido o tiene diferentes problemas con la ley, un aumento del 8 por ciento en relación con el año anterior y el doble de la tasa registrada en el 2003, cuando EE.UU. invadió Irak (www.alternet.org, 22-12-08). “Es la receta del desastre –señaló Lawrence Korb, ex subsecretario del Pentágono durante el gobierno Reagan–. A largo plazo, puede crear un problema grave para los militares.” Pero metas son metas y hay que cumplirlas. Como sea. Tomando sobre todo en cuenta que el número de desertores se incrementó un 80 por ciento desde el 2003.

Abundan los alicientes económicos: más de la mitad de los reclutados en el período julio/septiembre del año pasado recibieron bonificaciones por valor de 20.000 dólares cada uno, con la obligación de presentarse al cuartel 30 días después del enganche para recibir entrenamiento básico (archives.chicagotribune.com, 11-10-07). Se juega con la pobreza de los jóvenes carenciados y haciendo espejear la posibilidad de una carrera. No sorprende que afroamericanos, latinos, asiáticos y nativos ocupen el 20 por ciento de esa nueva fuerza. La edad de la mayoría va de 18 a 24 años. Pero no sólo.

La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) ha denunciado que se busca atraer a filas a menores de 17 años, violando la Convención de los Derechos del Niño de la ONU: “El Pentágono recluta sobre todo en escuelas secundarias sin límites de edad de los estudiantes que contacta (informe ‘Soldiers of Misfortune’, www.aclu.org, 13-5-08). En el texto de esa investigación se subraya que el Pentágono invierte 6 millones de dólares por año en un videojuego llamado Ejército Estadounidense destinado a menores de hasta 13 años para ‘entrenarlos a usar armas y participar en combates virtuales y otras misiones militares’, enseñarles a disparar rifles automáticos y lanzagranadas y a saltar de un avión”. En septiembre del 2006 ya había 7,5 millones de inscriptos en el juego, con nombre y domicilio. Es un sitio que ofrece la lista ordenadita de potenciales reclutas.

Los líderes de algunos de los más de cien grupos de skinheads, neonazis y supremacistas blancos que medran en EE.UU. aprovechan el bajo nivel de las exigencias militares y alientan a sus miembros a enrolarse. Es un medio para adquirir capacidades operativas que de otro modo no tendrían, financiadas además por el Estado. Los fines de ese entrenamiento pueden verse en el blog www.arianwear.com utilizado por Aryan Wear Forum 14: un neonazi del grupo que firma “Sobibor’s SS” dice que tiene sus razones para ingresar al ejército, pero “por temor a que el gobierno me identifique no las puedo compartir aquí”. Meses antes las había explicado: “El día que se acaben los judíos, el mundo comenzará a arreglarse”. Sobibor fue el nombre de un campo de concentración nazi instalado en Polonia.

La banda skinhead Vinlanders Social Club (VSC) sube fotos a su web y puede verse la de un miembro con vestimenta de combate y manejando un Humvee en algún punto de Irak: “En otra misión de reclutamiento para VSC”, dice el epígrafe. El fundador de Militares de Piel Blanca se presenta como “cabo Burton”, habla de él en www.newsaxon.com y se explaya: “Amo disparar eficazmente a los hachies (iraquíes) con mi M16A2 de servicio”. El neonazi “88Soldado88” escribe en el sitio Sangre & Honor: “Espero que el entrenamiento me prepare para lo que deseo que venga”. El anónimo “Jacob Berg” agrega: “Sí, maté mujeres, sí, maté niños y sí, maté ancianos (en Irak). Pero la razón principal por la que estoy tan orgulloso de eso es porque matando a un tipo de piel oscura, muchos blancos vivirán para ver un nuevo amanecer” (www.splcenter.org, 15-12-08). No comments.

El atentado del neonazi Timothy McVeigh contra un edificio federal de Oklahoma City en 1995 causó la muerte de 168 personas y heridas a más de 500. Fue un ataque al gobierno central ejecutado por un veterano de la guerra de Vietnam. Washington no necesita importar terroristas. Los forma en las guerras que desata y los tiene en casa.

AMERICA LATINA: CARACTER HISTORICO Y ESTRUCTURAL DEL RACISMO


Comparto fragmentos de un estudio realizado por Santiago Bustos, en el año 2006, solicitado por Diakonía, denominado "Racismo y discriminación por razones étnicas: Una mirada desde Bolivia, Perú y Guatemala", en el cual intenta abordar la temática más general del racismo en América Latina con especial énfasis en el racismo de origen étinico o producto de la discriminación por la composición étnica de nuestras naciones. El mismo fue enviado por José Carlos Medina a la Red Contra Toda Forma de Discriminación del Paraguay. Según el autor, el mismo tiene profundas raíces históricas, y es necesario explicarlo y entenderlo en su extenso desarrollo desde las primeras invasiones "colonizadoras" del siglo XV de origen europeo hasta nuestra compleja realidad actual.

Cómo desanudar el nudo tan bien atado, también implica entender en teoría y práctica, su desarrollo histórico como su comportamiento cotidiano, incluidas aquellas expresiones que etiquetamos como "simples" pero que siempre llevan contenida una visión del mundo que puede ser incluyente o excluyente, discriminatoria o no discriminatoria, pero nunca neutra.

En este tema integrante de la gran marcha por la recuperación y plena vigencia de los derechos humanos con visión histórica en el Paraguay, no existe ni neutralidad ni rincón ecléctico, ni enfoque acrítico ni edulcorado ni light, por más que lo busquen en forma vergonzante, los conservadores vergonzantes, que buscan cambios cosméticos o epidérmicos sin tocar la principal fuente causal de todas las discriminaciones, de todas las violaciones a los fundamentales derechos humanos asentadas en el sistema de dominación y control hegemónico económico y político, y sus consecuencias, las relaciones sociales funcionales al mismo, desde que aún no fuéramos una nación más de cinco siglos atrás, hasta la actualidad, o sea hasta hoy.

Y lo remarco para que se entienda que nada que hagamos o hablemos sobre el tema es inocuo, o trabajamos en la lucha por los derechos humanos con visión histórica en forma indivisible, simultánea y transversal en todas sus vertientes, incluida la lucha contra las formas de discriminación, o contribuimos a perpetuarlas, y en esto el gradualismo no debe servir para acentuar o crear otras formas de discriminación, por ejemplo, la cada vez más irritante desigualdad y exclusión social en nuestro país, producto de un sistema de extracción, expoliación, apropiación y concentración que ha dado sobradas muestras que ha llegado a su fin aquí y en el mundo. Pero especialmente en el Paraguay donde las medias tintas ya no caben. Abajo el material que motivó el comentario.

Federico Tatter

El Racismo en América Latina (Fragmentos)

"Estamos pues ante un producto histórico, que ha tomado forma según ha sido la construcción concreta de la desigualdad y sus justificaciones en cada espacio social. Por ello no es unívoco ni se manifiesta de una sola forma. En América Latina, el racismo está vinculado a la colonización europea y a la forma en que posteriormente se crearon los estados nacionales. Por ello, son los pueblos indígenas quienes más lo sufren, pero es un fenómeno que afecta a toda la sociedad, y podemos observar sus efectos entre los afroamericanos pero también entre los diversos tipos de mestizos y mulatos, así como entre otras minorías. Las formas en que se ejerce el racismo en cada sociedad y en cada país, región o localidad concretas depende del papel jugado por cada colectivo y las ideologías creadas alrededor de ellos a lo largo de la historia.

Como se verá posteriormente, el racismo actual en América Latina proviene de la conjunción histórica de políticas de segregación (uso de la diferencia para justificar la desigualdad) y con políticas de asimilación (políticas para terminar con la diferencia cultural). En virtud a la ideología que sustenta las primeras, se considera a los miembros de ciertos grupos como inferiores, por el hecho de pertenecer a ellos - o creer que pertenecen a ellos. Esta sería la forma "básica" de racismo, por la que se les niega así la calificación de "semejantes", de integrantes del grupo, e incluso la misma calificación de seres humanos. Se refleja en la existencia de niveles diferenciados de ciudadanía, y en las desigualdades sociales y de clase dentro de una sociedad, asociadas a los grupos que la forman. Por ello, el fenómeno del racismo va unido a la creación de etiquetas, de grupos jerárquicamente ordenados según la ideología. Los pueblos indígenas han sido el colectivo históricamente marginado y sobre el cual se ha basado la riqueza, pero esto como también ocurre con los afroamericanos y en parte con los mestizos..."

"...En definitiva, como vamos a ver a través de los casos de Bolivia, Guatemala y Perú, en Latinoamérica el racismo se manifiesta sobre todo en la situación de los pueblos indígenas, por razones históricas, de alteridad racial y cultural y por dominio político. Por la misma historia, la población afroamericana también está estructuralmente marcada. Pero el racismo supera a estos grupos y es un mecanismo que rige las relaciones sociales a todos los niveles, justificando la concentración del poder y la riqueza en unos pocos y la marginación general de la población también mestiza. Lo importante del racismo no es su sustentabilidad teórica o científica, sino que, como ideología que justifica la desigualdad, se convierte en sustento de multitud de prácticas cotidianas, que son asumidas como "naturales" por quienes las viven de ambos lados..."

"...Los procesos de independencia del Imperio español a inicios del siglo XIX no suelen conllevar mayores transformaciones estructurales ni de los principios ideológicos de dominación. Los criollos son quienes manejan estos procesos -a veces aprovechando la labor libertaria de mestizos e indios-, creando las nuevas naciones según sus intereses y acorde con su imagen de sociedad ideal: blanca, castellanoparlante, católica, etc.

Se rompe así la posibilidad de crear naciones realmente incluyentes, pues quienes no entran en este esquema, no reciben los beneficios de la nueva ideología liberal. Por ello, pese a los credos y constituciones igualitarias, se siguen comportando como sociedades segregadas según el origen de los grupos.

Los descendientes de los esclavos africanos quedan marcados por su color, pero ciertos grupos de mestizos pueden empezar a acceder a espacios de ciudadanía y poder. La» llegada de inmigrantes europeos, sobre todo en la segunda mitad del XIX, abre más aún la brecha racial, pues su "sangre nueva" sirve para marcar más aún la diferencia de los criollos con el resto de los grupos. El racismo "científico" sirve de amparo ideológico para sustentar la superioridad de los "blancos", ya sea sobre "indígenas" o "afrodescendientes" -según la importancia de cada uno-, y recordando implícitamente a los mestizos la jerarquía existente..."

"...Los procesos de modernización política y económica que vive el continente a mediados del siglo XX, con las iniciativas más o menos exitosas -o totalmente truncas como en Guatemala- de reformas agrarias, con la apertura del juego político y la ampliación -relativa- de oportunidades educativas, abren la puerta para la participación política de los indígenas en la mayoría de los países, con lo que comenzaría el camino para terminar con el racismo que sufren. Pero, paradójicamente, se hace a costa del "olvido" forzoso de su ser diferenciado como tales indígenas. La preeminencia del término "campesino" sobre las identificaciones étnicas, y la insistencia en la construcción de las naciones "mestizas", representan el nuevo tipo de negación ciudadanizante que impera en estos años. Es la puesta en práctica de las políticas de asimilación e integración, que podría plasmarse en la idea de una oferta real de terminar con la segregación, a cambio de renunciar a la diferencia cultural. Sin embargo, las especificidades socioétnicas acumuladas y las formas de llevar a la práctica esta ideario llevan a situaciones tan disímiles como en el Perú, en que casi desaparece la idea de un "ser indígena" con identidad propia -sin que desaparezca la concepción racista detrás de este término-; frente a la de Guatemala, en que no cristaliza la idea del "mestizo" como medio indígena, sino la del "ladino" como no indígena, que reniega ese origen mixto..."

"...Estas contradicciones y otras acumuladas llevan a la necesidad de gobiernos militares para mantener unos sistemas de dominación basados en la fuerza. Las respuestas políticas son diversas pero en lugares como Guatemala o Perú llegan a situaciones de violencia extrema que se ceban en la población indígena, llevando a límites insospechados las posibilidades del racismo.

Los cambios políticos y económicos mundiales que llevan a la globalización tal y como hoy la entendemos tiene efectos diversos en las luchas antirracistas que habían empezado a perfilarse desde los años 70. Por un lado, cada vez adquieren más legitimidad las demandas de reconocimiento político y cultural por parte de los pueblos indígenas, llegándose a su reconocimiento constitucional, y a la incursión de actores indígenas' en las escenas políticas nacionales, actuando desde su identidad renovada. Pero por otro lado, se renueva el control de los descendientes de europeos sobre unas economías, cada vez más abiertas y que llevan a brechas sociales cada vez más grandes, en que se renuevan las justificaciones racistas de la desigualdad. El control de los recursos naturales cada vez más escasos y más caros se convierte en una nueva amenaza para la subsistencia y mermada soberanía de los pueblosindígenas...

"...En una mirada panorámica hacia América Latina actuaí se puede constatar que el racismo sigue siendo uno de los sustentos de la exclusión, a través de hacer creer que las desigualdades entre grupos sociales son "naturales" y que no son realmente consecuencia de una estructura socioeconómica determinada. Se manifiesta en el hecho de que los estratos más ricos y los propietarios de las empresas están ocupados sobre todo por personas descendientes de europeos, mientras que afroamericanos e indígenas se encuentran en las posiciones más bajas y con menor acceso a los recursos.

La ideología del racismo en este caso, atraviesa transversalmente la estructura socioeconómica de las sociedades latinoamericanas, en función de la justificación de la continuidad de la dominación y la explotación..."

"...Las élites urbanas, blanca y mestiza que controlan el Estado, no muestran mayor interés por reconocer estas causas estructurales que llevan a la exclusión de estos grupos. Más bien se evidencian grandes esfuerzos para mostrar que la pobreza de aquellos sectores mencionados se debe a problemas de su propia "raza" o "cultura".

Así, los grupos de poder económico fincan su interés en reproducir este modelo socioeconómico de exclusión en los nuevos contextos que trae de globalización. Para que esto funcione, es y será imprescindible la maquinaria de la ideología del racismo, que además de la difusión de la idea de "razas superiores-razas inferiores", divide y contrapone a los mismos sectores étnicos dominados..."

"...Son precisamente estas manifestaciones que en algunos casos es sutil, pero que en otros, dependiendo del momento histórico; es abierta y despiadada, que nos permite hablar del racismo institucional, que ha llegado a extremos de genocidio y etnocidio no solo físico, sino cultural. La violencia generalizada con etiqueta étnica, la escasa o nula participación política y la sistemática violación de los derechos humanos, son apenas una breve muestra que marcan coincidencias en el contexto latinoamericano y que no solo se explican, sino que se acentúan por la presencia misma del racismo..."

"...En términos generales, el racismo institucional conlleva a violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos. La mayoría de agentes estatales, especialmente en las zonas rurales, se comportan como si su función no tuviera mayor relación con los indígenas, afrodescendientes o campesinos: ni los maestros se preocupan por la educación, ni las enfermeras por la salud ni los policías por la seguridad. Parecen creerse con derecho a tratarlos mal, y cuando no hablan castellano, el maltrato tiende a ser mayor.

Esta falta de interés por la población supuestamente ciudadana queda clara de una forma contundente en la falta de acceso a un documento de identidad por parte de grandes contingentes de población -entre ellas indígenas y afroamericanos- en algunos países de Latinoamérica. Es la violación al derecho básico a la existencia legal. Esto conlleva no sólo la imposibilidad de poder ejercer la participación política, sino la ausencia del reconocimiento de sus existencia como ciudadanos, miembros de la colectividad nacional.

En situaciones clásicas de violación de derechos humanos, como tortura, desaparición, violación sexual o violencia física, los rasgos físicos son para las fuerzas de seguridad un elemento que les asegura que se trata de seres a quienes se puede vulnerar con impunidad. El racismo es un elemento que incrementa las posibilidades de sufrir violaciones de derechos humanos y padecer además la indolencia con la que policías, fiscales y jueces acogen estas denuncias..."

"...Los medios de comunicación transmiten permanentemente estereotipos que asocia imágenes de éxito, prosperidad económica, felicidad familiar y belleza física a los rasgos occidentales (blancos), mientras que los rasgos indígenas, afrodescen-dientes o mestizos, cuando aparecen, son asociados a pobreza, problemas familiares y delincuencia; a labores domésticas o a personas que viven en el campo y no en las ciudades y nunca llevando a cabo actividades "modernas" como usando una computadora o un celular..."

"...Todo este racismo cotidiano afecta y determina de sobremanera la vida de quienes lo sufren. No se trata solo de que no se actúe de acuerdo a su especificidad cultural, sino que se les niega su categoría de personas, de ciudadanos, y no pueden disfrutar de los derechos civiles mínimos y los servicios básicos. Todo esto afecta a la dignidad, impidiendo desarrollar una vida en condiciones de igualdad y una idea de colectivo, y delimita a ciertos sectores más aún las posibilidades de obtener recursos en un entorno de por sí limitado.