lunes, 31 de agosto de 2009

PARAGUAY: HOMENAJE A DESAPARECIDOS

PRONUNCIAMENTO DE LA FADDAPY CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LOS DETENIDOS-DESAPARECIDOS


“Nuestros verdaderos héroes de la lucha por la democracia”


El actual hallazgo de tumbas NN en el predio de la Agrupación Especializada, gracias a la lucha incansable de los familiares de las víctimas del Terrorismo de Estado durante más de 40 años, abre la posibilidad concreta de encontrar e identificar a quienes por tantos años, y hasta décadas, permanecen en la condición de Detenidos-Desaparecidos. Pero, al mismo tiempo, ha disparado la ansiedad de los componentes de FADDAPY y de las víctimas en general del Terrorismo de Estado, ante la posibilidad concreta de encontrar EFECTIVAMENTE los restos de nuestros parientes, identificarlos, darles una sepultura digna de un ser humano, y recuperar y reivindicar la causa por la cual ellos lucharon, y homenajearlos como verdaderos héroes de la lucha por la Democracia.

En 1983, por iniciativa de FEDEFAM (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos) se estableció el 30 de agosto como el Día Internacional del Detenido-Desaparecido para honrar a las víctimas de la detención extrajudicial y desaparición forzada que América Latina ha sufrido bajo los oprobiosos regímenes dictatoriales, especialmente como consecuencia del Operativo Cóndor, y para alertar sobre los nuevos casos que se iban produciendo bajo los regímenes de transición en América Latina y el mundo.

Por otra parte, el trabajo de la Comisión de Verdad y Justicia, hoy Dirección de Verdad, Justicia y Reparación, nos ha permitido vislumbrar una realidad que nos distingue de los demás pueblos hermanos del Cono Sur: la realidad de los Detenidos-Desaparecidos se extiende en el tiempo mucho más atrás del tenebroso Operativo Cóndor. Nosotros ya tenemos detenidos desaparecidos, de las más diversas ideologías y tendencias, desde 1958, cuando se registraron los movimientos insurgentes Movimiento 14 de Mayo y del FULNA.

Esta lacerante realidad, que ha desmembrado familias de la manera más bárbara que se pueda imaginar en una sociedad, no solamente en nuestro país, porque debemos resaltar y enfatizar que los integrantes de FADDAPY actualmente estamos buscando, en el Paraguay y en el exterior a más de 600 Detenidos-Desaparecidos que tenemos documentados fehacientemente con nombres y apellidos, porque nuestros desaparecidos no son anónimos, son personas concretas, hoy la podemos expresar y debatir públicamente porque, por fin, ha concluido la serie de gobiernos herederos del Terrorismo de Estado stronista, y con ello, los 61 años de autoridades que han despreciado todo lo referente a los Derechos Humanos de las víctimas de las desapariciones forzadas en la República finalizaron en las urnas el 20 de abril del año pasado, y hace poco más de un año tenemos un gobierno que un discurso más humanista, preocupado y ocupado con las necesidades del pueblo.

Lo deseable, es que los discursos y buenas intenciones del actual gobierno se traduzcan en hechos concretos. La presencia hoy de los representantes de los Ministerios del Poder Ejecutivo, (y específicamente del Ministerio del Interior nos muestra la posibilidad de hacer realidad varias propuestas con las que todos estamos de acuerdo, pero es hora de exigir sus frutos, porque hay que recordar que la tortura y la desaparición forzada de personas son delitos de Lesa Humanidad, imprescriptibles por nuestra propia Constitución Nacional, y son crímenes continuos, porque hasta hoy siguen atormentando a las familias que los padecen.


Para tal efecto, instamos con urgencia:

1. Al Poder Judicial, más específicamente a la Corte Suprema de Justicia: la designación de uno o más Jueces que atiendan en forma exclusiva las causas de DD.HH. relacionadas con las excavaciones del actual predio de la Agrupación Especializada, a tiempo completo y con presupuesto suficiente. Así como la celeridad de las causas de delitos de Lesa Humanidad y el cumplimiento inmediato de las condenas.

2. Al Ministerio Público, más concretamente al Fiscal General del Estado: la designación de uno o más Fiscales de Derechos Humanos para atender en forma exclusiva las mismas causas, a tiempo completo y con presupuesto suficiente.

3. Al Poder Legislativo: la ratificación inmediata y sin reservas de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, una cuenta pendiente del Estado Paraguayo con los derechos humanos. Cabe resaltar en este punto, que las Comisiones de Derechos Humanos y la de Relaciones Exteriores y Asuntos Internacionales del Senado ya han dado su dictamen favorable al respecto. La única que hasta ahora no se ha pronunciado es la Comisión de Legislación, Codificación, Justicia y Trabajo de la Honorable Cámara de Senadores, presidida por el Dr. Marcelo Duarte Manzoni, donde este proyecto de ratificación se halla inexplicablemente empantanado.

4. También al Poder Legislativo: queremos reiterarle la necesidad de la creación de una Secretaría de Derechos Humanos por Ley de la Nación.

5. Al Poder Ejecutivo, que el Gobierno Nacional, en forma perentoria, declare al actual predio ocupado por la Agrupación Especializada como Parque Permanente de Memoria Histórica y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo de Estado.

6. También al Poder Ejecutivo: el cumplimiento irrestricto de todos los tratados internacionales de protección a los DD.HH. así como de la Constitución Nacional y de las leyes respectivas referentes al mismo tema y de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos aún pendientes de ejecución tanto en lo genérico como en lo específico.

7. A los tres Poderes del Estado: la aceleración del proceso de recuperación de los bienes mal habidos de los jerarcas y personeros del Terrorismo de Estado y particularmente al Poder Ejecutivo la declaración de la recuperación de los bienes mal habidos como una causa nacional ya que constituye su obligación en el marco de una Política de Estado de protección y reivindicación efectiva de los derechos humanos.

Creemos que con estas medidas concretas se dará un buen comienzo para honrar con hechos la memoria de nuestros familiares, verdaderos héroes de la Patria en la lucha por un país más justo y democrático.

domingo, 30 de agosto de 2009

PARAGUAY: SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO


Federico Tatter. Asunción del Paraguay, 31 de agosto de 2009. Esta es una realidad que se expresa sin manipulaciones ni atajos, y menos cómo una fórmula secreta en manos de brujos o intermediarios terrenales entre el pueblo y el poder. La frase, llevada como estandarte por los movimientos sociales latinoamericanos desde la década de los setentas, siempre ha encerrado muchas verdades, participación real, y algunos riesgos, la manipulación demagógica. Hoy en el Paraguay, ella parece adquirir nuevamente un valor que implica creciente compromiso al interpelar al status quo conservador consuetudinario.
A partir del “votazo” del 20 de abril de 2008, que permitió la ruptura de la hegemonía del partido colorado por más de 61 años, se han abierto caminos que antes parecían cerrados para el movimiento social, nacional y popular.
Seamos realistas, el Paraguay nunca ha vivido en democracia. Los espacios llamados democráticos, se han reducido a un mínimo status de garantías para que las expresiones y posturas disonantes con el poder no fueran a la cárcel inmediatamente, o fueran tratadas con ciertas garantías.
El Paraguay recuerda solamente seis meses de una llamada “primavera democrática” en 1946, antes del advenimiento de la más atroz guerra civil que soportara la nación paraguaya, y que significó la toma del poder político absoluto por parte del partido colorado, Asociación Nacional Republicana, y se mantuviera en el poder por más de sesenta en una espiral ascendente de conservadorismo, ultraderechismo, de carácter totalitarizante y fascistoide, purgando todos los estamentos civiles y armados del estado y encolumnándolos en un proyecto de poder altamente concentrado a favor de una clase terrateniente de no más de veinte grandes familias.
El golpe de estado de 1989, que abre el paso a una “democracia de fachada”, en realidad fue un golpe palaciego, reacomodamiento de las clases dominantes de acuerdo a los nuevos protocolos del colonialismo norteamericano, que necesitaba estados alineados automáticos, pero que guardaran ciertas normas, garantías y que no fueran declaradas abiertamente como dictaduras pro-occidentales.
Esta es la razón por la cual el llamado proceso de transición a la democracia que se inicia en 1989 y se extiende más de la cuenta hasta el 2009, no fue más que una sucesión de proyectos fallidos surgidos del consenso de Washington, con el acuerdo de los embajadores norteamericano y brasileño, de acuerdo a la necesidades de defensa norteamericanas, de acuerdo a las necesidades del nuevo hegemonismo latinoamericano de Itamaraty, la cancillería brasileña.
A partir de ese “pueblazo” de abril de 2008, es donde se entiende la gran expectativa de la suma de voluntades de cambio, de ansias de autodeterminación, de búsqueda de la redención social del pueblo, de la nación paraguaya, en su gran diversidad y en su conjunto disperso de identidades. Y por el reglamento electoral, esa expectativa debe ser depositada en una fórmula, en un programa, en un partido, en una alianza, y se debe elegir por el voto directo, universal y secreto a una persona. Y es allí donde entendemos que quien sale sorteado para asumir tal voluntad es Fernando Lugo.
Pero lo cambios reales, las de la transformación radical o paulatina de las injustas estructuras sociales del Paraguay, no provendrán del pensamiento y voluntad de una persona, por más bienintencionada que fuere. Los cambios, por un poder ejecutivo efectivamente más receptivo, comprensivo, compasivo y humano, permitirán crear el clima, el escenario propicio para que los verdaderos liderazgos sociales, nacionales y populares, puedan salir a la superficie y disputar en el terreno de las ideas y de las acciones qué proyecto de nación es más viable para este trecho del siglo XXI que nos toca vivir.
Y en este proceso, claramente van apareciendo estos legítimos liderazgos, que no surgen de la nada, sino de la profundidad de la lucha social, con proyección histórica, desde la memoria histórica de la gran lucha popular del pueblo paraguayo que jamás ha olvidado sus grandes gestas civiles, gremiales, estudiantiles en las peores condiciones que pueda pensarse para el género humano. El movimiento popular es transversal a las comunidades, conglomerados y colectivos ya efectivamente existentes. Estos liderazgos sociales, no necesariamente saldrán de espacios diferentes a los partidos, clubes, asociaciones, sindicatos, grupos ya existentes, sino que comenzarán a ganar fuerza dentro de ellos mismos y también por fuera. El movimiento popular, no tiene dueño, no tiene padrinos, no tiene patrones, no tiene senderos prefijados para manifestarse, no tiene a nadie a quien obedecer.
Este gran movimiento popular del Paraguay, cuando se exprese por fuera de los partidos tradicionales, tendrá en su interior exponentes que habrán surgido de aquellos viejos partidos y que buscarán otros cauces. Y cuando surjan dentro de los partidos tradicionales, pues bien, comenzarán transformando primero revolucionariamente estos propios partidos, que al ser inundados por la participación popular cambiarán radicalmente de rumbo.
Pues bien, al no tener el pueblo ni viejos ni nuevos dueños, será nuevamente el soberano, y es allí donde cobra fuerza renovada la sentencia, que al pueblo sólo lo salva el pueblo. Sin mecías, ni salvadores unipersonales, todopoderosos, excluyentes o magnánimos, pero siempre arbitrarios, porque a su arbitrio y sólo al del él queda interpretar el “sentir popular”. En todo caso en un proceso representativo y participativo, donde ambas expresiones son confluyentes, sólo pueden existir los facilitadotes. Lo interesante del pueblo es que cuando se expresa, cuando participa, cuando elige con determinación su destino, no pide permiso ni está en obligación de inclinarse ante nadie, porque como dice el poeta argentino Piero: "porque el pueblo se lo ganó, al pueblo lo que es del pueblo, al pueblo, revolución".