lunes, 2 de marzo de 2015

SENADORES, HUYERON DE TEMBELO (III)

La XII Conferencia Mundial de la WACL, en Asunción del Paraguay, fue confeccionada para lustrar la personalidad del dictador Stroessner, a la vez que enfrentar a la política de derechos humanos de James Carter. Los parlamentarios norteamericanos prefirieron no asistir y sus excusas fueron variadas.
Juan Manuel Frutos Fleitas, alias “Papacito”, cabeza visible del GAA, y organizador del magno evento, pactó la realización de la XII Conferencia de la WACL, entre el 23 y el 27 de abril de 1979 en Asunción del Paraguay. Dos temas urgentes. La caracterización de la molesta política de derechos humanos de la administración demócrata como “cartercomunismo” (hoy también hay un demócrata en la Casa Blanca). Y la alerta roja acerca de una nueva forma de infiltración comunista en el mundo libre y occidental. A través de las iglesias del tercer mundo, o de la opción preferencial por los pobres (hoy el Vaticano tiene un jefe de estado jesuita muy cercano a opción).
Richard Alan White, embajador norteamericano en Paraguay, estuvo al frente del cruce mediático con los halcones de la WACL. Esto enfureció al único líder. El continuador del Centauro de Ybycuí, tenía muy poco afecto a que calificaran de dictadura a su régimen. Además, que año antes, la propia ONU disparó el procedimiento 1503, de observación reservada de las denuncias de violaciones a los derechos humanos. Este procedimiento no se levantaría hasta 1992. Pero volvamos a las excusas parlamentarias.

APOYAN PERO NO ASISTEN

El senador republicano por Tennessee y candidato presidencial por el partido, Howard H. Baker Jr., lacónico pero condescendiente, declinó invitación de Frutos a ser orador en la Conferencia, por estar de sesiones en Washington. Finalmente, deseó muchos éxitos. No asistió.
Más efusivo, el senador, político, militar y gobernador por el estado de Carolina del Sur, Strom Thurmond, también declinó participar. Este senador, quien fue demócrata y luego republicano, quedó en la historia, como uno de los más ultraconservadores de su país. Le solicitó a la WACL, que por favor transmita a los congresistas reunidos en el Paraguay, su firme compromiso con los pueblos amantes de la libertad (siendo este senador un declarado racista y segregacionista), y llamó al alerta ante la agresión comunista alrededor del mundo. Finalizó su arenga epistolar de que él estaría sólidamente firmes contra esas tiranías en todas sus formas. Igualmente, deseó éxitos, pero no asistió.
Tampoco asistió el más anticomunista de los representantes de Atlanta, Georgia, el congresista ultraconservador demócrata Larry MacDonald, considerado, un continuador de la labor del senador Joseph McCarthy, a quien públicamente admiraba (fundo la Western Goals Foundation, Fundación para los Objetivos Occidentales, considerado una continuación del desaparecido Comité de Actividades Antiamericanas). En una carta se excusa de participar en Paraguay por superposición de tareas, aunque tiene aliento para extender sus mejores deseos para los hombres de buena voluntad que salvaron a la civilización occidental del comunismo ateo (es momento para refrescar que la WACL tuvo entre sus fundadores a los muy orientales ultraderechistas del lejano oriente, Taiwán y Corea del Sur).
A tan magna reunión no podría faltar el ex agente del FBI y representante republicano por Arizona, Eldon Rudd, un acérrimo anticomunista, y quizá el último político de ese país en interesarse por la suerte en el poder de Anastacio “Tacho” Somoza. Este representante fue tan anti Carter que fue señalado en un posible robo de información clave a James Carter en favor de Ronald Reagan en 1980, para quien habría hecho el trabajo sucio, recordando sus tiempos de agente secreto. Pero, igualmente, con elipses y todo, respondió negativamente a la invitación de Juan Manuel Frutos para asistir a la cumbre del fascismo devenido en anticomunismo en 1979. Muchos viajes dijo. Aunque añadió que para una próxima y de cualquier forma sería para él un honor hacer cualquier esfuerzo, por pequeño que sea, contra la usurpación del comunismo internacional. Envió saludos a todos y muy especiales al doctor Ku Cheng Kang, presidente honorario de la WACL. Igual no fue al Paraguay.
El representante republicano de Ohio, John M. Ashbrook, invitado por el stronismo, tampoco asistió. El mismo, representaba un línea tan ultraconservadora que consideraba a Richard Nixon como un político girado a la izquierda que había abandonado la esencia del conservadorismo. Le responde a Frutos que, aunque no puede asistir, es preciso enfatizar en la necesidad de la unidad del mundo libre. Finalizó sus excusas diciendo que en Paraguay, sería un espectáculo ver a representantes de 80 países, advirtiendo a la gente amante de la libertad, acerca del peligro de la germinación del totalitarismo.
La Liga Mundial Anticomunista, (WACL), llegó a convocar a buena parte de las ultraderechas de más de cien países. Los parlamentarios de los Estados Unidos estaban al tanto, aunque se expresaban de acuerdo al oleaje de la oportunidad política. Se mostraban en forma abierta o discreta. En el caso paraguayo con membresía tan antidemocrática, no tenían argumentos para decir que estaban defendiendo el mundo libre. Todo lo contrario.
En próximo relato, trataremos el tema de la financiación de la WACL, pues muchos aportes, fueron secretos o muy discretos. ¿Qué utilidad práctica, razón de estado o visión ideológica podrían esgrimir en el gobierno racista sudafricano de Pieter Willem Botha para financiar nacionalistas y anticomunistas? ¿Era consistente la versión de que fluyó dinero árabe para la XII Edición de la WACL? ¿Una maniobra para restar apoyos indeseados? Siga la saga.

Federico Tatter.
02 de marzo de 2015. Asunción, Paraguay.