martes, 6 de enero de 2015

LOS QUILATES DE TIMOTEO (I)

Pleno 2015. Usted lo puede comprobar desde su computador. Las páginas aún lo citan. Como egresado en 1972 de la Escuela Superior de Guerra. Como el primer embajador del Paraguay en la República de China (Taipéi, Taiwán), desde el 23 de setiembre de 1976 al 30 de setiembre de 1983, y como concurrente en Corea del Sur. Pero, de ahí en más, en Paraguay, nadie quiere hablar de ello. ¿Sabe Usted por qué?
La prensa de Taipéi, no obstante, lo inmortaliza en las redes: “El General Timoteo Alvarenga prestó juramento de su oficio ante el Presidente del Paraguay, General Alfredo Stroessner a principios de este mes y establecerá aquí la Embajada del Paraguay” … “El Embajador Alvarenga, llegado aquí en noviembre último (1976), es General del Ejército, y en compañía del Almirante Tsou inspeccionó la guardia de honor en el comando de la Marina de Guerra”. Los amigos en serio, son de teflón, sin dudas. No se pegan, no se tuestan, no se conmueven.
Tampoco pasó desapercibido al inconcluso “hunter” Aníbal Miranda, quien llegó a citarlo escuetamente en uno de sus libros, donde también, recuerda a Gustavo Gramont Berres y Duarte Vera, y en mismo párrafo. Muy malas compañías, hasta para compartir la página de un libro.
¿Cumplía una alta misión el ex general, con inmunidades de embajador en Taiwán, y con tantos viajes a través de la India, donde no tenía tales prerrogativas? ¿Iba por la propia? ¿Buscaba para su Shangri-La?
El 19 de agosto de 1982, procedente de Singapur, en un vuelo de Lufthansa, el señor Timoteo fue detenido por autoridades de Bombay, India, y enviado a una cárcel pública por alrededor de seis meses, por encontrarse en su poder 18 barras de oro puro, de un kilogramo cada una, escondidas en un doble fondo de su equipaje.
¿Qué pasó en realidad? ¿Cazaba en grupo o era un solitario lobo estepario?
Dicen que nadie se hizo cargo de él. Pero, parece que sí. Al costo del anonimato y perenne ostracismo. Dicen que nadie se hizo cargo de los lingotes. Pero, Usted no creería eso.

Federico Tatter.
Enero de 2015. Asunción, Paraguay.

lunes, 5 de enero de 2015

RELATOS BREVES

Muy agradecido por aquellos amigos y amigas que desean hacer un seguimiento de RELATOS BREVES. Trataremos de hacer honor a la temática, con no más de una página y si es media mejor. Pondremos celos en la veracidad de estas historias mínimas. Algunos, tendrán inicio y final en un mismo relato. Otros, segmentaremos en diversas entregas hasta que estemos empapados del tema. Luego iremos acortando, sintetizando, enfocando. 
Si la temática o el género es de tu agrado, dale "Me gusta" a la página RELATOS BREVES, asegúrate de poner "Recibir notificaciones". Buen inicio de lectura!

domingo, 4 de enero de 2015

JOSE MENGELE. EL PARAGUAYO PROTEGIDO (I)

El mundo entero buscó al criminal de guerra alemán Joseph Mengele, “El Ángel de la Muerte”. La dictadura del Paraguay buscó esconder como a nadie, al escurridizo y velozmente naturalizado paraguayo José Mengele, quien tuvo un ángel guardián, llamado Alfredo Stroessner.
Según una traducción del número 34 de la revista alemana Der Spiegel, del 3 de agosto de 1964, el ex médico alemán Joseph Mengele, venía escapando de la justicia alemana frontera tras frontera. Cruzó el charco grande a la Argentina, y fue protegido un tiempo. Siguió la búsqueda allí, hasta se vio obligado a cruzar la orilla fluvial al verdadero paraíso nazista del Paraguay. Pero ¿Cómo se dió esa protección?
Dice la traducción de la revista, que a Mengele, le costó apenas 5.000 guaraníes y quince días de gestión para obtener una rápida carta de naturalización expedida por la Corte Suprema de Justicia, el 27 de noviembre de 1959, bajo el AI número 809. Primer acto de cobertura y protección.
Los detalles son importantes para Der Spiegel. Se presentaron ante la Corte, dos personas que dieron testimonios falsos, el ruso blanco emigrado Alejandro von Eckstein y el alemán, dirigente del partido nacionalista-socialista, Werner Jung, quienes juraron que Joseph Mengele había residido más de cinco años continuados en el Paraguay. Quedó en la neblina si hicieron pasar, posibles visitas previas de auscultación, como residencia. Jamás importó. La Corte lo tomó como residencia continuada, a pesar de que dieran una dirección falsa como domicilio.
A partir de allí, todo el aparato político, judicial y propagandístico del stronismo se dedicó a protegerlo, esconderlo de la prensa internacional, de los investigadores, de la Interpol, de la justicia internacional, durante décadas, bajo el argumento de la no intromisión en los asuntos internos del Paraguay. José, era un paraguayo libre y protegido.
La dictadura siempre negó que Mengele residiera en el Paraguay después de 1960. Hay profusa documentación que avala esta postura oficial sostenida en todos los foros internacionales, con terquedad, gallardía y obstinación militares. También negó que el mismo tuviera un corredor para entrar y salir del país las veces que quisiera, y siempre, según todos los testigos, con especial protección oficial.
La revista alemana, no obstante, insistía en que el buscado José/Joseph se dejaba ver por Asunción en compañía de un aviador alemán de apellido Hans Ulrich Rudel, ambos muy aficionados a los brindis nocturnos.
Siempre según la revista, corría el año 1962 cuando la justicia alemana se focalizó en solicitar su extradición al Paraguay. Negaron su identidad primero. Negaron su estadía después. Pero mientras, avisaron al correligionario nacional-socialista naturalizado que debía irse al interior.
Pasados los años. Varios investigadores y periodistas pudieron documentar efectivamente su estadía en el interior del Paraguay más allá de 1960. Fue Andrés Colmán del diario Ultima Hora quien recientemente volvió a reunir información dispersa. El ató cabos, hasta validar que el buscado, en realidad fue visto y protegido en la Colonia Hoenau y el Hotel Tirol, por los menos entre los años 1961 y marzo de 1964.(Un dato, el golpe de estado militar en el Brasil se perpetró el 31 de marzo de 1964). Con seguridad, buenas noticias para el naturalizado José.
Más allá de esa fecha, las pistas se pierden, pero no del todo. Unos dicen que pudo haber ido al Brasil definitivamente. Otros matizan, que pudo mantenerse entre los dos países más allá de 1965, con un corredor para entradas y salidas múltiples. La opacidad del estado paraguayo y sus secretos dieron argumentos a la leyenda. Una de ellas, la famosa y cinematográfica Operación Odessa (Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen: Organización de Antiguos Miembros de la SS), que operó en Sudamérica. Si no fue con ese nombre, fue con otro. Pero el corredor de apoyo a los criminales nazis por parte de los estados sudamericanos existió.
Solamente ante la creciente presión judicial y diplomática internacional, la justicia del stronismo por así decirlo tomando como base que el Juez en lo criminal doctor Pérez Domínguez en 1962, “no pudo dar curso” al trámite de extradición solicitado en 1962 resolvió el 8 de agosto de 1979, diecisiete años después, a través del AI número 70, cancelar la carta de naturalización al señor Joseph Mengele, “por estar ausente del Paraguay desde 1960”. La protección estaba asegurada.

Federico Tatter.
Enero de 2015. Asunción, Paraguay.