jueves, 23 de marzo de 2017

FELONÍAS DE GONZÁLEZ ALSINA EN LA ONU

Por Federico Tatter @Fedetatter ‪#‎relatosbreves‬ ‪#‎eranegra‬ ‪#‎paraguay‬ ‪#‎UNAnotecalles‬ ‪#‎Paraguaynotecalles‬ ‪#‎Memorianotecalles‬

El Contexto. En anterior relato, adelanté el mustio procedimiento 1503 de las Naciones Unidas, que a través de la Comisión de Derechos Humanos, mantuvo una observación “reservada al Paraguay”, desde 1978 hasta 1992. En carácter de “Reservado y hasta privado”, las víctimas del Paraguay, la ciudadanía y los medios de comunicación del mundo entero, jamás se enteraron. La metodología condescendiente facilitó la prolongación del régimen, y no protegió el derechos a las víctimas y posibilitó que las violaciones, más sutiles, continuaran.
Así las cosas, los burócratas, propagandistas y escribas del stronismo desde la Cancillería y la Misión Permanente de Paraguay ante la ONU, tuvieron arco libre. Los estados amigos de la dictadura “consumieron” tiempo, sabiendo que encubriendo al stronismo, se encubrían ellos mismos.
Mientras. En las cárceles paraguayas se seguían pudriendo los huesos de detenidos arbitrarios. Y esto sigue en la actualidad, en pleno 2017, donde por portación de cara, pobreza, o por necesidad del poder, miles de miserables pobres pagan cárcel, para que ricos ladrones de guante blanco, vivan la impunidad hecha sistema. Y eso que desde 1989, a este sistema del stronismo heredado, ya le llamamos democracia, y el estado tiene más de 20 oficinas con el membrete derechos humanos, sin que el 90% sepa o le interese un pito el tema y la responsabilidad que el enunciado conlleva.
La data. Copias de partes resumidas de las comunicaciones con la Comisión de Derechos Humanos G/SO 215/14, la dictadura las recibió el 22 de mayo de 1984, por parte del propio Secretario General de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar. He aquí algunos trozos de esos trozos resumidos: La decisión confidencial relativa al Paraguay fue aprobada en votación nominal, por 34 votos a favor, 3 en contra y 5 abstenciones en la 38 Sesión privada de la Comisión (Sic), celebrada el 25 de febrero de 1983, y decidió mantener el examen (siempre en privado) para volver a someter a la 40 sesión privada, siempre con el procedimiento 1503 en la mano.
Los detalles. Mientras se desataban campañas represivas colaterales al atentado a Anastacio Somoza, se hacían redadas en el caso de “los 38” o “caso prochino”, y ya se armaban arremetidas sobre los gremios Fetraban, y se asaltaba al Banco Paraguayo de Datos, BPD, con decenas de presos sometidos a la liberticida Ley 209, apuradas por los jóvenes abogados Diógenes, César y otros, contratados por Pastor Coronel. El defensor de la dictadura ante la Comisión de DDHH de la ONU, el señor González Alsina, se despachaba panchamente: Las recomendaciones al Paraguay “...no hay campos de concentración en el Chaco (lo eran de facto, Investigaciones y la ex Guardia de Seguridad, hoy Agrupación Especializada, cárceles y centros de exterminio y ocultamiento de tumbas NN), … sobre la discriminación racial, y en particular el tema de la persecución a los pocos indígenas no integrados que restan en el país, se trata de un viejo tópico de los detractores del Paraguay (Hasta hoy las comunidades originarias luchan a nivel nacional e internacional, sentencias mediante, por la recuperación de sus tierras ancestrales, los militares y estancieros pagaban por orejas de indígenas sueltos, y se vivía el auge de las adopciones internacionales fraudulentas, así como la sustracción de niños y niñas para el criadazgo o la servidumbre sexual forzada de militares y políticos, bajo el cuento de la adopción de facto) ...”.
Siguen las falsedades del señor González Alsina, la pluma punzante del stronismo, mintiendo “privadamente” ante Naciones Unidas a sus anchas: “…Hay que destacar que la población nacional no es de indios, que son muy poco numerosos, y los más inteligentes y activos se están incorporando aceleradamente a la vida sedentaria de la agricultura (entiéndase reducción y evangelización forzosa) ...”.
Y continúa: “...En cuanto a la libertad sindical, … funcionan libremente y su influencia es saludable (Ya el gremio bancario tenía a sus líderes bajo sospecha, en Investigaciones, y varios por ser echados desde los bancos internacionales, como el caso de Rubén Lisboa, que jamás recuperó, ni su lugar gremial, ni su puesto de trabajo. Había un sindicalismo abiertamente stronista. Y otro sindicalismo que bajo la palabra “independiente”, pasaba informes bajo mesa a la Sección Obrera de Investigaciones, con la excusa del pyragüé funcional, y el sambenito de… algo tengo que informar… para proteger al resto) ...”.
Y machacaba González Alsina ante la ONU, como si fuera un editorial del diario Patria, sobreabundando con las palabras “Paz y progreso con Stroessner Eterno”: “...El mejor testimonio de la vigencia de la libertad de prensa … es el excepcional desarrollo del periodismo profesional y la empresa editorial … Los diarios de mayor tirada son totalmente independientes … Sin embargo, pueden afrontar causas judiciales cuando incurren en violaciones; así, cada cual es libre de criticar las leyes pero nadie puede proclamar la desobediencia a lo que ellas disponen (Los cierres de los diarios opositores eran cerrados intermitente o definitivamente y sus directores procesados por la Ley 209 como Martínez Yaryes, por denunciar la matanza de Yhú en Caaguazú, y se preparaba ya el cierre y ataque a los diarios ABC como a la Radio Ñandutí, que en caso de éstos dos últimos, cerrados, fueron solventados por fundaciones  ligadas al Us Department y la embajada de EUA en Paraguay) ...”.
El ficcionado relato stronista de la pluma de oro de González Alsina pujaba y pujaba, con el lema, si vas a mentir, hazlo en grande: “...Las acusaciones de tortura surgen cada vez menos en las campañas detractoras del Paraguay … Resuelto a superar cualquier crítica, el Gobierno del Paraguay se ocupa del perfeccionamiento profesional de los cuerpos policiales (Y seguían los flujos de personal militar a la Escuela de Asesinos como se conoce A la Escuela de las Américas, SOA, y seguían los entrenamientos policiales en persecución política, ésta vez, encubiertos como cursos antinarcóticos) ...”.
Continúa, el señor González Alsina en su descargo de la dictadura, y niega categóricamente que Paraguay sea refugio de criminales de guerra nazis, aunque reconoce: “...El doctor Menguele, quien vivió en el Paraguay por años, antes de que se le buscara (sic) … se le retiró oportunamente su carta de naturalización y se decretó contra él una orden de captura (No dice que se le facilitó todos los corredores de Odessa, para moverse especialmente entre Paraguay y Brasil, entre las diversas y muy conectadas comunidades de colonos alemanes, muy posiblemente con varias documentaciones) ...”.
Y termina González Alsina en su descargo número 100, con la más grande mentira, negando sus orígenes de sí mismo: “…Sobre la presunta falta de libertad de acción y de garantías para los partidos políticos de la oposición, bastará comprobar que el pluripartidismo activo y participante interviene en la vida política del Paraguay desde la década de los años 60 (Obvió mal sanamente que todos los partidos y movimientos de izquierdas estaban prohibidos y especialmente proscrito el Partido Comunista, del que el propio González Alsina, en su juventud se acercó y conoció. Más de 400 desaparecidos. Innumerables ejecutados. Incontables niños vendidos a la adopción ilegal. Cientos de niñas entregadas a la esclavitud sexual abierta. Un verdadero genocidio indígena aún por investigar. Más de 120 mil detenidos políticos arbitrarios, casi el 100% sufriendo tortura en diversos niveles, violación y vejación masculina y femenina incluidas. Más de 120 campañas represivas, a razón de tres por año, fueron constatados en el Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia del año 2008, destrozan las falacias de la “pluma de oro del stronismo”, que quiso pasearse y engrupir a las Naciones Unidas groseramente) ...”.
No obstante, las Naciones jamás levantó el carácter “reservado y hasta privado” de la observación sobre las condiciones de los derechos humanos durante un trecho de la dictadura stronista y un poco más allá, desde 1978 hasta 1992.
En el caso del señor González Alsina. Mintió que había democracia. Obvió que la dictadura proscribió al Partido Comunista Paraguayo, PCP, al que el propio González Alsina frecuentó en su juventud. No hay nada peor que los convertidos. Cuántos paralelismos en nuestra atribulada historia de vaivenes y vaivenes!

Federico Tatter.
24 de marzo de 2017.
Asunción, Paraguay.