viernes, 27 de febrero de 2015

WACL, GAA, Y LA ADMINISTRACION CARTER (II)

La Liga Mundial Anticomunista, World Anticommunist League, (WACL), por sus siglas en inglés, fue una creación originaria de partidos ultraconservadores y nacionalistas de Taiwán y Corea del Sur. Llegó a convocar a buena parte de las ultraderechas de más de cien países, algunas en el poder, otras con mucho poder económico, así como importantes senadores del partido Republicano de los Estados Unidos. El Capítulo Paraguayo de la WACL, fue el Grupo de Acción Anticomunista (GAA). Paradojas del mundo libre.
La WACL, de hecho, fue refugio y reagrupación de infinidad de organizaciones nazis y fascistas dispersas, ahora subordinadas al bloque occidental que los había derrotado escasos años atrás, reconvertidos en fervorosos fundamentalistas anticomunistas, durante casi todo el transcurso de la Guerra Fría.
Este matrimonio tuvo roces, y hasta algún cristal roto. Cómo el mundo libre llegó a prohijar una internacional de fascistas en su lucha contra el comunismo, nos ayudará entender, cómo otros republicanos, sólo unos años más tarde, concibieron prohijar fundamentalistas extremistas, que luego les declararon la guerra a los propios EUA, por medios terroristas. Pero ese es otro tema. Volvamos a la críptica WACL.
El anticomunismo y el nacionalismo nucleados en la WACL, fueron ejes transversales para la reconversión y supervivencia, ahora bajo la conducción del mundo libre occidental, de diversas versiones de nazismo, fascismo y fundamentalismo. Más paradojas. Algunos muy liberales, otros no tanto, otros antiliberales.
Occidente y fascismo, a ojos ingenuos, parececían, sólo parecerían agua y aceite. Pero no. La WACL, fue un punto concreto de convergencia de intereses entre el mundo libre y el fascismo, con financiamientos encubiertos, e incluyendo obviamente, como todo matrimonio de interés, desacuerdos, alejamientos, celos, traiciones, reconciliaciones. Veamos.
Juan Manuel Frutos, Alias "Papacito", Presidente del Instituto de Bienestar Rural, IBR, la cabeza visible del Capítulo Paraguayo de la WACL, nucleado en el GAA, apuró la realización de la XII Conferencia de la WACL, a realizarse entre el 23 y el 27 de abril de 1979 en Asunción del Paraguay, con dos necesidades: la primera, la defensa abierta de los gobiernos de fuerza, de las dictaduras militares como último bastión del anticomunismo y el nacionalismo, y la segunda, la alerta sobre las nuevas formas de penetración del comunismo, en el seno mismo del mundo occidental y de desprotegidas democracias liberales.
Para la WACL, en el mejor momento de las dictaduras del Cóndor, se avecinaba otra embestida del comunismo. Pero ésta vez más solapada e inteligente. Ya no sería a través de insurgencias de estilo cubano, casi todas derrotadas militarmente, excepto el volcán centroamericano. Sino a través de movimientos encubiertos, religiosos de opción por lo pobres, campesinos y estudiantiles de reflexión de la realidad social, y muy peligrosamente, partidos y movimientos democráticos por los derechos humanos. La referencia era obvia: contra la política de presión por los derechos humanos de la administración Carter (1977-1981).
Para la WACL, los Estados Unidos bajo administración demócrata, casi cayó bajo las garras del comunismo en su nueva versión ideológica: el cartercomunismo. Por tanto, corría riesgo cierto, uno de los mejores momentos de mayor poder de la dictadura stronista, en un escenario sudamericano pleno de dictaduras nacionalistas y anticomunistas fuertes, que se protegían mutuamente.
Mientras en la cocina de la WACL, diseñaban a puño y letra, una especie de coordinación mundial propagandística, llamada FARO, para defender comunicacionalmente a las dictaduras nacionalistas y anticomunistas de verdad, e instalarlas como el nuevo faro de occidente. La administración Carter, daba instrucciones a su embajador Richard Alan White para bajarle el perfil de la Conferencia en Paraguay, e insistir, que la mejor forma de luchar contra el comunismo eran las democracias y no las dictaduras, reunidas en esa internacional del fascismo funcional, por ellos, alentada años atrás.
Al mismo tiempo que “Papacito” Frutos, desde el GAA, el IBR, y Relaciones Exteriores, subía la apuesta, invitando a diputados y senadores norteamericanos mayoritariamente republicanos en la oposición política a Carter, para que asistan y den un apoyo a la XII Conferencia de la WACL. Muy probablemente y por otras cuerdas, el Departamento de Estado, recomendó a los congresistas invitados, a abstenerse de asistir a un cónclave donde se cuestionaría directamente a la política exterior oficial del gobierno norteamericano. Las excusas parlamentarias para no asistir, y el accionar político y comunicacional del embajador White, que nos ayudarán a ver esas señales, serán temas de próximo relato. Así como también, nos ayudarán, la identificación de los financistas de la WACL, incluyendo aquellos que aportaron bajo condición del más absoluto secreto. Siga la saga.

Federico Tatter.
27 de febrero de 2015. Asunción, Paraguay.

lunes, 23 de febrero de 2015

UNA AGREGADA MUY EXIGENTE

Este relato, es en parte, una continuidad de “El Affaire Azod”. Quien fue un raro príncipe iraní, nombrado por decreto presidencial del 30 de agosto de 1982, firmados por el ministro de relaciones Exteriores, Alberto Nogués, y el dictador Alfredo Stroessner, como Adicto Comercial a la Embajada de la República del Paraguay en la República de Francia. Nada Más y nada menos. ¿Cómo se entiende?
Sin hablar español, menos guaraní, sin tener relación alguna con el Paraguay, el noble persa cuyo nombre era Abounasr, fue sujeto de la reforma agraria del stronismo, con 75.000 ha (más de tres veces la extensión actual de la ciudad capital de Asunción del Paraguay), en el paraíso chaqueño de Nueva Asunción, con la promesa de crear allí un imperio azucarero que eclipsara a los existentes en el oriente medio. ¿Un filántropo extravagante, residiendo en la Costa Azul? No hay filántropos con mansiones en la Costa Azul.
Sin dudas su influencia creció en esos días, y creció tanto, que ayudó a que crecieran también, la envidia y el recelo en el mundillo diplomático vernáculo, desde el embajador para abajo. Obviamente, también creció hasta volverse insidiosa, la discreta atención de la cancillería francesa. ¿Por qué?
No era una cuestión moral, ni mucho menos. Pues la hipócrita Francia colonialista en manos de Valéry Giscard d'Estaing, sabía más que nadie de bandidos, cómo tratar con bandidos, y cómo ser más bandidos que los bandidos, metiendo y sacando dictadores, negociando y sacando tajadas de ellos, por todo el mundo. Mientras pudieran.
Baste como ejemplo francés y contemporáneo, la delicada situación que en esos meses tenía don Válery, con el emperador Jean-Bédel Bokassa, "su" dictador de nacionalidad francesa en el Imperio Centroafricano. Que el mismo Válery debía eyectar del trono, luego de haberlo apoyarlo, para instalar a otro francófilo, su archienemigo local, un tal Dacko.
Pero volvamos a Azod y sus influencias, quien más que agregado, ya se sentía embajador. Noble al fin, tal vez más que un embajador del Paraguay dictatorial tropical y exótico. Un omnipotente persa.
Probablemente, con los auspicios, y beneplácito del Cónsul Honorario del Paraguay en Beirut, Líbano, Nicolás Sakr, y del noble persa Azod, quien venía construyéndose un pequeño reino en plena Francia, lograron que el dictador Stroessner, a través del decreto número 38.308 del 25 de febrero de 1983, refrendado por el inefable Nogués, nombrara como Agregada Cultural de la embajada paraguaya en Francia, a Armande Sakr, a la sazón, esposa del Cónsul Honorario Sakr, en el Líbano.
La señora, podría haber sido ciudadana libanesa o de otro país, tal vez poseedora de una vasta cultura, incluso hasta sobrecapacitada para esa changa. Pero, siempre el pero. ¿Por qué tanto interés en ese carguito?
El gran detalle, es que la dama no tenía la nacionalidad paraguaya, y probablemente haya conocido el Paraguay a través del diccionario. Aunque, hubiera sido nombrada por el único líder, artillero y corazón de acero. Con ello podría haber bastado para ella. Pero no le cerraba la ecuación a la Cancillería Francesa.
Por qué se nombraran en la misión diplomática paraguaya, a tantas personas con nacionalidad de otros países. Los pedidos de informes y requisitos crecieron, y tema se dilató por casi un año, a pesar de haber insistido en más de cinco oportunidades. Idas y venidas.
El esposo libanés diligente, luego de hacer un balance de las dificultades, viajó al Paraguay para conseguir uno de los objetivos más deseados. El pasaporte diplomático paraguayo para la agregada Armande que deseaba estar en Francia. Uno de los objetos del deseo. ¿Había más? Si.
Finalmente, las fuentes diplomáticas discretas, pero no tanto, no lograron ocultar todo. Otro posible y oculto deseo detrás del esperado documento.
La agregada del dictador, no quería un trato igualitario. Quería todo lo que tenía Azod. Nada más y nada menos.
Quería beneficiarse igualmente de las exoneraciones y privilegios impositivos que se otorgaban a todos los de su rango y misión, pero muy especialmente, también los que estaban exclusivamente previstos para el príncipe persa. Quien por encima de todos los privilegios, había sido que tenía otros privilegios agregados. ¿Qué alhaja persa se compró el dictador?

Federico Tatter.
23 de febrero de 2015. Asunción, Paraguay.