viernes, 14 de abril de 2017

DE CONSTITUCIONES Y LIBRES REELECCIONES

Por Federico Tatter @Fedetatter ‪#‎relatosbreves‬ ‪#‎eranegra‬ ‪#‎paraguay‬ ‪#‎UNAnotecalles‬ ‪#‎Paraguaynotecalles‬ ‪#‎Memorianotecalles‬

El procedimiento 1503 de Naciones Unidas mantuvo una observación reservada sobre las violaciones a los derechos humanos en el Paraguay desde 1978. Nadie se enteró. Excepto los estados. Levantaron la reserva recién en el año 2004. Quince años después del fin de la dictadura 1954-1989. Y sin hacer autocrítica. Hoy este sistema de “reserva” en materia de derechos humanos con una dictadura, puede ser visto como adquiescencia o tibieza. En esos años no. Y la dictadura cívico-militar aprovechó muy bien el silencio, y jugó a dilatar informes, mentir en los mismos, y mientras recibió requerimientos de algunos estados, también obtuvo apoyo explícito de delegaciones del Brasil y del Uruguay, por lo  menos hasta el examen de 1984 aún con dictaduras militares salientes (Brasil, retorna a la democracia con la elección de Tandredo Neves, y el Uruguay con la elección de Julio María Sanguinetti, ambos en 1985). Hasta último minuto, la suerte corrió a favor del stronismo, que a su vez, supo utilizar también hasta último minuto cada apoyo, cada dilación, ganando aire hasta 1989. Y la reserva del procedimiento 1503 de Naciones Unidas hasta el año 2004, quince años después, de forma aún inexlicable. Altamente reprobable y que quedó como constancia de la languidez sistémica de organismos internacionales en investigar las graves violaciones de la dictadura stronista desde 1954 hasta 1989.
En el examen de 1984, con la comparescencia por parte de la dictadura de Ezequiel Gonzalez Alsina, por ejemplo, el representante de la dictadura Uruguaya, el señor Giambruno dijo: “...El Uruguay está estrechamente relacionado con la evolución de la zona y considera que el Paraguay es una democracia representativa (sic). Más de la mitad de los países del mundo tienen legislación relativa a la proclamación del Estado de Sitio. Es extraño que algunos miembros permanezcan en silencio ante ciertos casos y sean muy elocuentes respecto de otros … no existe ninguna razón para continuar el examen de la situación de ese país...”.
En el mismo examen, por ejemplo, el señor Jaeger, representante de la República Federal de Alemania, dedica su tiempo de oratoria para tirar flores a la dictadura en forma insólita, agradeciendo: “…al representante del Paraguay su disposición a cooperar con la Comisión. Su delegación espera que continúen las reformas liberales iniciadas en el Paraguay...”. (sic).
Semejantes apoyos dieron inspiración a Ezequiel González Alsina para hacer rápido uso de palabra y explayarse a gusto como lo hacía en el diario “Patria” y “La Voz del Coloradismo”: “...el Paraguay es una sociedad libre y abierta, cuya base política pluralista está asegurada por la Constitución, se ha reflejado en las sucesivas elecciones y se demuestra por el número de partidos políticos abiertos. Además del Partido Colorado, que es el partido del Gobierno, desarrollan actividades políticas el Partido Liberal Radical Auténtico, el Partido Revolucionario Febrerista, el Partido Demócratacristiano y varios grupos escindidos...”.
Como si fuera un pase de fútbol, luego de semejante aseveración, el representante de la dictadura basileña, el señor Calero Rodrígues, hace uso de palabra: “...(Brasil) se ha opuesto a que la Comisión siga examinando la situación del Paraguay con arreglo a la resolución 1503 (XLVIII) del Consejo. Sin embargo, su delegación puede aceptar la recomendación del Grupo de Trabajo si se incluye en su preámbulo un párrafo … (que diga) Tomando nota con reconocimiento de que el Gobierno del Paraguay sigue dispuesto a colaborar con la Comisión presentando observaciones sobre la situación de los derechos humanos en el país...”.
En realidad, la delegación brasileña, solicitó un explícito reconocimiento a la dictadura stronista, siempre y cuando, estuviera como representante de la misma, la gran pluma del stronismo, González Alsina, del diario partidario “Patria” y “La Voz del Coloradismo”, haciendo publicidad del régimen en un órgano que tenía como responsabilidad atender denuncias de violaciones a los derechos humanos.
Este tipo de observación reservada con huecos y desvirtuados exámenes, dió aire a un régimen cuasi totalitario, para que se haya enmascarado como una democracia liberal y pluralista, con una supuesta Constitución garantista que permitió la reelección repetida de un mesiánico único líder político y militar desde 1954 a 1989. Falacias. Cuando durante 35 años rigieron el Estado de Sitio, y la imposición de leyes liberticidas como las 294/56 y la 290/70.
El brasileño Rodrigues, el alemán Jaeger, el uruguayo Giambruno, y ni siquiera el paraguayo González Alsina, simpatizante comunista en su juventud, y convertido en la principal pluma defensora del stronismo, jamás se imaginaron, que más de 32 años después, mentiras similares por ellos vertidas (como respetadas constituciones, y libres reelecciones de eternos líderes), se repetirían en otras voces, víctimas de éstos incluidas previamente reconvertidas, en soporte de la “tercera reconstrucción” del neoliberalismo del siglo XXI en Paraguay.

Federico Tatter.
Viernes 14 de abril de 2017.
Asunción, Paraguay.

Material corregido por Eugenia de Amoriza.