viernes, 2 de enero de 2015

LA WACL (I)

La Liga Mundial Anticomunista, World Anticommunist League, (WACL), por sus siglas en inglés, fue creada por partidos de derechas de Taiwán y Corea del Sur, y llegó a incluir a lo más granado del fascismo y neofascismo a nivel mundial. Instalaron de entrada al dictador Chiang Kai Shek como presidente honorario y vitalicio de la organización. Fue financiada desde sus inicios por el gobierno de Taiwán, aunque ello no impidió otros aportes bajo cuerda, como por ejemplo, del gobierno de Pieter Willem Botha de Sudáfrica.
La WACL, tuvo una relación de alta empatía con la dictadura de Alfredo Stroessner en todo sentido, con sus fuerzas armadas, con su partido político hegemónico, con quienes compartían muchos intereses y visiones del mundo. Fue un amor a primera vista. Y esa zarza ardiente, aún perdura.
Esta relación, se tornó histórica y estratégica, a tal punto, que ha sobrevivido guerras, golpes de estado, cambios de gobiernos, cambios de eras. La historia de la WACL, atraviesa toda la guerra fría a nivel mundial, de punta a pértigo, y sobrevive a su propio fin. Es la historia de la internacional vergonzante de las dictaduras antidemocráticas necesarias del occidente, para la guerra sucia no convencional en un escenario de guerra fría, tampoco convencional.
En este primer acercamiento, nos referimos sólo a algunas controversias a propósito de la XII Conferencia realizada entre el 23 y el 27 de abril de 1979 en Asunción del Paraguay, en plena dictadura. Años en el que el Cóndor no sólo desapareció a miles de latinoamericanos, sino que extendió el terrorismo peligrosamente a países amigos de occidente, como los casos Letelier o Leighton. Esto de los atentados terroristas del Cóndor en los países centrales de occidente ya no les gustó. Años en que el gobierno demócrata de James Carter, dio señales a sus dictaduras amigas, que debían moderarse o reinventarse. Alguien debía decirles que se habían pasado de rosca. Quién mejor que el hermano mayor.
Desde la WACL, cuestionaban con dureza a gobiernos amigos que pertenecían al mundo libre, por acusar a asociados a la WACL, más amigos aún, “utilizando como excusas los derechos humanos”. Vaya novedad. Y el foco era la defensa de la dictadura de Pinochet (organizadora de la Operación Cóndor), considerado un verdadero ejemplo de cómo aplastar comunistas (gobierno constitucional de Allende), incluso estando éstos en el poder. Se beneficiaron y ahora cuestionan el cómo.
La Conferencia en Paraguay, fue planeada como un acto de reafirmación del dictador Stroessner, pero sólo asistieron enviados de otros dictadores, organizaciones políticas y religiosas de la ultraderecha. Nada presentable estaba allí. Nada del mundo libre estaba allí. Todo lo contrario. Todo olía tan feo, que hasta senadores norteamericanos conservadores, invitados de honor habituales, finalmente recibieron la orden de no asistir.
A tal punto, eso era una mala junta, que el propio embajador de los Estados Unidos, Robert White, recibió instrucciones de interpelar y bajarle el perfil a la reunión. Para ello, utilizó medios de prensa amigos de la embajada para enviar sus mensajes. Desde allí, aunque expresaba plena coincidencia con la alta misión de la WACL, la lucha contra el comunismo, puso en entredicho las credenciales poco democráticas de los asistentes al evento (nada nuevo), terciando que la única respuesta positiva contra el comunismo, era la democracia (a la que la WACL, aunque la citaba en sus textos, era en realidad, su más ferviente antagonista).

Federico Tatter.
Diciembre de 2014. Asunción, Paraguay.

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