sábado, 15 de noviembre de 2008

PARAGUAY: POR EL CIERRE DE LA ESCUELA DE ASESINOS SOA/ WHINSEC


Recientemente, varias organizaciones sociales y derechos humanos, realizaron una campaña de observación en el Paraguay, acompañados del SOA WACHT, organización civil norteamericana, para concienciar sobre varios objetivos, el primero, el cierre de la simbólica Escuela de las Américas (SOA), devenido luego en una edulcorada denominación (WHINSEC), y que actualmente, sigue entrenanado a fuerzas militares, policiales y civiles del área de seguridad a ciudadanos de países latinoamericanos, el segundo, que el estado paraguayo, no envíe un sólo ciudadano más a ningún centro de instrucción de ningún país donde existe presunción de entrenamiento en técnicas de violación a los derechos humanos. Al final de la acción que duró varios días, las mismas emitieron un comunicado a la opinión pública y que elevada a las más altas autoridades de la nación.

A la opinión pública nacional e internacional, Al Señor Presidente de la República del Paraguay y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Al Señor Ministro de Defensa de la República del Paraguay, Al Señor Ministro del Interior de la República del Paraguay, A todos los jefes y directores de los centros de instrucción militar, policial y de seguridad del Paraguay,

Los abajo firmantes, en oportunidad de la visita de trabajo de la Misión del Grupo del Grupo SOA WATCH y organizaciones adherentes en Paraguay, Coordinado por el Padre Roy Bourgeois, el Padre José Mullligan, Lisa Sullivan y Theresa Cameranesi, entre los días 26 de octubre al 4 de noviembre de 2008, las organizaciones que integran el Movimiento a favor de los Derechos Humanos de Paraguay, hacemos el siguiente pronunciamiento:

Apoyamos la campaña por el cierre definitivo de SOA / WHINSEC (Escuela de las Américas, actualmente denominado Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica) por ser un centro de formación de Asesinos, Torturadores Desaparecedores y Criminalizadores de la Lucha Social. El SOA / WHINSEC está situado en el Fuerte Benning, Georgia, Estados Unidos de América. Tenemos conocimiento que existen y se están creando otros centros del mismo o similar carácter bajo el mando del ejército norteamericano, como Abu Graib, Guantánamo, Manta, etc. Así también centros similares se mantienen bajo la administración o aquiescencia de otros estados nacionales, muchos de ellos considerados fuertes democracias consolidadas, sin embargo involucrados en el entrenamiento de futuros torturadores, desaparecedores y asesinos de sus propios y otros pueblos. Éstos permiten el tránsito ilegal de prisioneros, el secuestro de ciudadanos de diversas nacionalidades, la remisión de prisioneros en total estado de indefensión a centros de tortura clandestinos e ilegales que no están bajo ningún órgano jurisdiccional de ningún estado. Esto es un complejo sistema a considerar: la internacionalización lisa y llana del terrorismo de estado a escala mundial o planetaria.

Mientras el cierre de estos centros de instrucción de muerte de civiles no se concrete por parte de los países propietarios, propiciantes, o aquiescentes, solicitamos con urgencia que nuestras autoridades constitucionales paraguayas electas el 15 de agosto de 2008, especialmente el señor Presidente Constitucional de la República del Paraguay en el carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Paraguay, dicte orden inmediata, clara y determinante para que cese el envío de ciudadanos y ciudadanas paraguayas de las fuerzas armadas, policiales y de seguridad, a ningún curso de instrucción alguno al SOA / WHINSEC. También solicitamos el cese del envío por extensión a ningún centro de entrenamiento del mundo que tenga la denuncia fundada y responsable ante órganos jurisdiccionales competentes de instruir allí a agentes estatales o paraestatales, civiles, militares, o policiales para cometer torturas, desapariciones, violaciones a los derechos humanos, criminalización de la lucha social en contra de sus propias poblaciones civiles en sus propias naciones o en terceras naciones.

En el pasado, bárbaros actos violatorios de los derechos humanos se han cometido en dictadura bajo el fantasma del comunismo, la subversión, el narcotráfico, trafico de armas y la guerra fría. En la actualidad existe fundada sospecha que se entrenen nuevamente militares y policías de la misma manera bajo nuevos fantasmas o paradigmas, o llamados hipótesis de conflicto e inseguridad del estado nacional, como la lucha social por la tierra, la lucha por el trabajo, la lucha por el medio ambiente, la lucha por la no discriminación, la lucha permanente por los derechos humanos, económicos, sociales y culturales. Si bien éstos se reconocen como derechos taxativos en la Constitución Nacional del Paraguay, no todos se están cumpliendo ni se están haciendo cumplir en igual proporción. Por tanto consideramos una incompatibilidad absoluta entre la existencia en nuestro país de un estado social de derecho y la presunta formación por parte del mismo de agentes del estado que puedan estar siendo entrenados para minarlo, destruirlo, y finalmente sustituirlo por otros regímenes de fuerza, evidentemente dictatoriales contrarios al derecho internacional y a los pactos que el estado paraguayo ha firmado en materia de defensa y promoción de los derechos humanos que son, además de cumplimiento obligatorio y de observancia internacional.

Paraguay, ha sufrido terribles y prolongadas dictaduras, toda su población ha sido profunda e irreversiblemente dañada por las diversas expresiones del Terrorismo de Estado, ejercido por agentes entrenados en institutos nacionales e internacionales, en su gran mayoría centros militares, tales como el SOA / WHINSEC y las academias militares chilenas, argentinas, brasileñas (establecimiento de Manaos), así como las diversas academias de formación de policías, gendarmes, suboficiales, o personal de seguridad e inteligencia interior.

Condenamos que estos centros de instrucción de asesinos y desaparecedores de población civil, aún sostienen y actualizan estrategias de intervención, tales como la que se practicaron durante todo el periodo dictatorial en el Paraguay. En ese periodo estos entrenamientos se concretizaron mediante el envío de fuerzas militares y policiales a la Escuela de las Américas. Más de 1.000 hombres y mujeres paraguayos y paraguayas fueron enviados a esta institución, donde fueron capacitados en las llamadas técnicas antisubversivas que incluyeron en sus programas de estudios los interrogatorios y torturas, guerra psicopolítica, y obviamente el entrenamiento en la producción de golpes de estado y ruptura de los órdenes constitucionales y de garantías constitucionales fundamentales.

Elevamos nuestra voz de protesta ciudadana desde este sitio histórico, la ex Dirección Nacional de Asuntos Técnicos hoy recuperada como museo de memoria, que fuera un atroz centro de tortura instalado por pedido del gobierno paraguayo y como colaboración del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos de América. Los Defensores y Defensoras, los y las activistas en Derechos Humanos urgimos el cierre de todos los centros de formación en la muerte de otros seres humanos, preferente civiles, y luchadores sociales y especialmente el SOA / WHINSEC como un hito simbólico importante.

En la región latinoamericana y del mundo, se encuentran en pleno funcionamiento otros centros, solapados y camuflados muchos de ellos, para la formación de oficiales de las Fuerzas Armadas, Policiales o de Seguridad de diferentes países que establecen programas de capacitación en las nuevas fachadas del Terrorismo de Estado, pero con similares características, que implican la práctica sistemática de la tortura y de la represión urbana y rural sobre la población civil, algunas bajo sistemas de torturas blancas o invisibles, que son indetectables a los ojos de la ley de nuestros nuevos y frágiles sistemas democráticos y de administración de justicia, o bien la formación de grupos de sicarios y escuadrones de la muerte al servicio directo de sectores privados con alto privilegio, pero con la muy sospechada aquiescencia y permisividad extrema de los órganos judiciales con el operar terrorista de los mismos.

Finalmente, sostenemos que la instauración del estado social de derecho, que implica respetar los preceptos constitucionales taxativamente expuestos, es una responsabilidad irrenunciable del Estado Paraguayo en todos sus artículos, y no solamente en algunos de ellos, como buscan los grandes propietarios, no casualmente ligados más al ayer dictatorial que al hoy democrático. El conjunto de responsabilidades constitucionales, además del derecho a la propiedad, impone el cumplimiento del derecho a la vida, a la tierra, al trabajo, a la educación, a la vivienda, a la seguridad y a la salud, entre otros, para todos y todas los ciudadanos de la nación sin importar etnia, color, posición económica, religión o preferencia política. Por ello solicitamos muy respetuosamente al señor Presidente que comience a hacer cumplir los mismos empezando por quienes menos han podido disfrutarlos, a pesar de haber sido quienes más lucharon por obtenerlos: los más pobres y desamparados de nuestro querido Paraguay, reestructurando, capacitando, reentrenando, en una reingeniería radical y estratégica a las fuerzas armadas, policiales y de seguridad para cumplir y velar por el cumplimiento de tales cometidos democráticos, progresistas y patrióticos, velando por la promoción y protección de los derechos humanos, promoviendo una cultura de paz, y poniendo como centro de toda acción del estado paraguayo al ser humano.

Organizaciones adherentes: Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Asesinados del Paraguay, FADDAPY-FEDEFAM. Campaña por la Desmilitarización de las Américas, CADA. Base Investigaciones Sociales. Fundación Celestina Paz y Justicia. Movimiento de Objeción y Conciencia-MOC. Servicio Paz y Justicia- SERPAJ.

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