lunes, 17 de noviembre de 2008

PARAGUAY: LA TRANSICION NEGOCIADA


TERRORISMO DE ESTADO EN PARAGUAY - IV PARTE -

La CVJ concluye en su informe final en referencia a transición de 1989 a 2008 que "Una primera característica de la caída del dictador del Paraguay es que se trató de un golpe dado contra un régimen dictatorial cívico-militar por los propios militares, es decir, que se trató de un autogolpe liderado por el general Andrés Rodríguez, brazo derecho del dictador durante todo el régimen y, para más datos, su consuegro. Una segunda característica es que, como el régimen stronista se basaba en la alianza de las Fuerzas Armadas con el Partido Colorado y los militares que dan el golpe como quienes lo reciben eran afiliados de ese partido, la alianza de poder continuaba. Estas dos características significan que los vencedores no podían pasarles la factura a los vencidos, lo que condujo al continuismo y a la impunidad".

Asimismo también la CVJ concluyó que "En 1993 triunfó el candidato presidencial oficialista pero la oposición en su conjunto obtuvo mayoría parlamentaria. Esta circunstancia obligó a una negociación conocida como “pacto de gobernabilidad” ... Esta situación no permitió impartir justicia conforme a las aspiraciones de la ciudadanía ni hacer más fiables las instituciones a la población en general ... Probablemente el sector que menos ha incorporado los beneficios de los cambios registrados en el país durante la transición ha sido el campesinado, pese a que fue quizás uno de los que más han luchado por el derecho a las libertades, como la libertad de asociación y de manifestación pública, con las marchas campesinas. La crítica principal al proceso de transición fue que prácticamente nada se hizo para solucionar el problema de los campesinos “sin tierras” que viene agravándose con los años y que ha generado conflictos permanentes. Por otro lado coexiste la práctica desde el Estado de la criminalización de la lucha social y hasta acciones que condujeron a cerca de un centenar de campesinos muertos por la policía", desde 1989 hasta el 2005, existiendo un subregistro importante, por la reaparición durante la transición del sistema de ejecución extrajudicial más cercano al "sicariato" y que podría multiplicar dicha cifra.

Continúa el informe de la CVJ que "Otra grave violación en derechos humanos en la transición, y en este caso de niñas, niños y adolescentes, se da en los cuarteles, donde existe un centenar de casos de “niños soldados” ejecutados y desaparecidos. Otras características que se observan en la transición son la mendicidad en las calles de los niños, niñas e indígenas, y el trabajo infantil en las calles y en otros lugares bajo condiciones que violan derechos humanos fundamentales ... A pesar de los cambios realizados y los esfuerzos desplegados por constituir un Estado social de Derecho, la realidad en los momentos que la Comisión de Verdad y Justicia presenta estas conclusiones, indica que el Paraguay dista mucho aún de serlo. Muchas instituciones, y principalmente las que tienen que ver con la justicia, el derecho, la seguridad y las garantías ciudadanas, han sido maquilladas democráticamente pero siguen manteniendo muchas de las características de un sistema totalitario".

Por tanto, no vemos mejor instrumento para la construcción de una sociedad democrática, que la organización social ciudadana genuina, hoy en el 2008, utilizando los recursos que aporta la recuperación de la memoria de lucha de nuestro propio pueblo y de otros pueblos, como de garantías válidas de no repetición, y garantías de la construcción de una sociedad de pleno disfrute de todos los derechos fundamentales y de segunda generación, con el ser humano como eje y centro, ya no la mercadería como cuando el reinado del neoliberalismo.

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