sábado, 16 de septiembre de 2017

BAYONESES PILLADOS EN DESVIACIÓN

Por Federico Tatter #relatosbreves #memorianotecalles #unanotecalles #ucanotecalles

El dúo dinámico de la represión a la teología de la liberación en el Paraguay, y de toda desviación no avalada por el stronismo, integrado por los rápidos y furiosos Ramírez Russo – Livieres Argaña, a través de confidencial comunicación (D.G.C. - N.C. N.º 82/77), de fecha 4 de agosto de 1977 del Ministerio de Educación y Culto intercambiaron el modo de actuación frente a un grave caso ocurrido en el Colegio San José, a cargo de los Padres Bayoneses, en el nivel primario.
Recordemos, Manfredo Ramírez Russo, director de Culto, y Juan Livieres Argaña, embajador de la dictadura ante la Santa Sede.
El relato incluye una muy cercana colaboración y comando coordinado entre el propio dictador, su jefe de Investigaciones, Pastor Coronel, y el “Torquemada” Manfredo.
Los indicios. Reiteradas denuncias de padres de familia preocupadas por la “salud mental” de los jóvenes sanjosianos, ante la posible infiltración en el Colegio San José de elementos que soterradamente respondieran a la pedagogía de la liberación y la teología de la revolución (para el régimen, y buena parte de la cúpula eclesial, sólo una tapadera de la subversión comunista, enquistándose en el mundo educativo, para atrapar la mentes de hijos de la alta clase media recoleta asuncena).
Según Manfredo: “...Cuando en el mes de abril de este año (1977), por medio de cartas públicas que vieron la luz en el diario La Tribuna, un ex alumno del Colegio San José y padre de un actual alumno del 5to. Curso, el señor denunció expresamente de que se usaba la Biblia Latinoamericana en dicho Colegio...”.
Ello ameritó el disparo de las alertas, y todo el dispositivo represivo inquisitorial, que concluyó con una detención arbitraria de un profesor Coordinador de Area de Catequesis del nivel primario, durante una semana, interrogatorios y apremios especiales, la amenaza del procesamiento a través de la Ley 209 del infortunado, el allanamiento de su vivienda, el secuestro de su biblioteca, el análisis de la misma (a cargo personalmente del “Torquemada” local), y finalmente, la expulsión del país, por su carácter de extranjero del infortunado sospechado de heréticas prácticas.
Una vez producida la detención arbitraria en Investigaciones de Pérez Barquín, se adelantaron en aclarar que tenían una orden judicial que además disponía el allanamiento de su domicilio para la revisión de la documentación, especialmente la incriminatoria (la frutilla del pastel). Así fue como coordinadamente, mientras en Investigaciones interrogaron al pobre Andrés, un entendido en materia de represión teológica como Manfredo, se regodeó urgando en la biblioteca secuestrada para localizar libros prohibidos por la única verdad stronista.
Documentó Manfredo que fueron días agitados y muy difíciles: “...Todo cuanto le relato me consta personalmente porque por instrucciones del Señor Ministro de Educación trabajé continuadamente durante varios días, después de la detención de este profesor, con los funcionarios policiales y el Director del Departamento Primario, para revisar gran parte de los trabajos, libros y demás documentos...”.
Una vez liberado y expulsado en 24 horas del país el profesor caído en desgracia, el propio Excelentísimo Señor dictador dispuso que su ministro de educación convocara en carácter de urgente a todos los directores de colegios privados para informales los hechos a fin de que, en adelante, no sean tomados de sorpresa o no se escuden en el futuro en “supuestas ingenuidades”.
Como última orden, el dictador dispuso también darle un bajo perfil al tema, sólo en salvaguarda del prestigio de la “noble institución de enseñanza media que tiene un sitial de honor en la historia de la cultura paraguaya”, irónicamente vejada por la represión e inquisición que concluyó en una expulsión y varios traslados, y difundir en términos generales las modalidades “de infiltración utilizada por la subversión por la vía de la enseñanza”.
Las purgas y prácticas inquisitoriales fueron política de estado rutinaria durante la dictadura. Sus enseñanzas ejemplares, dejaron semillas duraderas, que de tanto en cuanto germinan en el Paraguay del siglo XXI.

Federico Tatter.
17 de setiembre de 2017.

Corregido por Eugenia de Amoriza.

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