jueves, 19 de marzo de 2015

LA ACTUALIDAD DE EULOGIO CONSTANTINO

Ocurrió hace más de 36 años, sin embargo, su caso tiene enormes similitudes con la actualidad. Una víctima y su entorno, se tornaron, ante el estado dictatorial, culpables de su propia condición. Saque sus conclusiones.
El 20 de enero de 1979, llegó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, CIDH, la denuncia admitida como Caso 3658, frente al estado paraguayo.
Informó que el señor Eulogio Constantino Coronel Zorrilla, de 47 años, padre de 11 hijos, estuvo detenido por razones políticas desde el 4 de abril de 1976, hasta el 20 de junio de 1978 fecha en que salió en libertad condicional, aunque continuó procesado, por la Ley 209/70.
El 2 de enero de 1979, fue víctima de un atentado contra su persona en horas de la madrugada en la compañía San Luis, jurisdicción de la ciudad de Encarnación, donde residía con su familia desde hacía apenas dos meses. Sobrevivió a pesar de haber recibido varios impactos de arma de fuego. Falló el homicida. Se trasladó por sus propios medios a Misiones, y herido, llegó hasta la ciudad de Asunción donde fue socorrido por el Comité de Iglesias e internado en el Hospital Universitario. Salvó su vida.
Antes de que saliera de la internación de la Sala 15, se presentó el Juez Elpidio Orlando Luraggi, quien había recibido previamente una comunicación telefónica policial.
El Juez, instruyó inmediato sumario en averiguación del hecho, con tres oficios muy peculiares. Pidió informe sobre el internado, y por qué el Hospital lo recibió sin informar a la Policía. Segundo, pidió el nombre del profesional que atendió al herido sin informar a la Policía. Y tercero, pidió el nombre de los que internaron a la víctima, tampoco, sin informar a la Policía. Finalmente, el juez, ordenó que la víctima estuviere bajo custodia policial, pero a cargo de Investigaciones, de Pastor Coronel. Nunca investigaron el atentado sufrido por Eulogio Constantino. Sólo investigaron a Eulogio Constantino y a quienes les ayudaron a sobrevivir al atentado, y casi seguramente, por qué seguía vivo.
La denuncia ante la CIDH, se centró en la siguiente preocupación. Pocos meses atrás, luego de su salida en libertad provisional y antes del atentado con arma de fuego, Eulogio Constantino, salió ileso de un intento de atropellamiento, en fecha coincidente, con el asesinato de otro campesino de la Colonia Yhú, Doroteo Grandel, en agosto de 1978.
Concluyó la denuncia admitida en la CIDH bajo el Caso 3658, que ello, en pleno 1979, podría significar el comienzo, nuevamente, de una antigua táctica del gobierno dictatorial del Paraguay, consistente en reemplazar el costoso y visible apresamiento masivo de campesinos, por el asesinato directo de sus líderes o referentes más destacados.
La respuesta a esta denuncia por parte de la dictadura, estuvo a cargo del Sub Secretario de Relaciones Exteriores, Francisco Barreiro Maffiodo, que sólo se esforzó en fotocopiar editoriales del diario Patria, órgano oficial de la Asociación Nacional Republicana, como suficiente respuesta jurídica. Editoriales que él habría escrito, bajo el alias de “Poncho Pytá”.
Esta denuncia, ante la OEA, tiene más de 36 años de antigüedad. Es del pasado dictatorial. Dicen. Evalúe cuánto hemos avanzado en todos estos años, en la “desprotección” de los derechos humanos en el Paraguay.

Federico Tatter.
17 de marzo de 2015. Asunción, Paraguay.

No hay comentarios:

Publicar un comentario