domingo, 4 de diciembre de 2016

ELISEO SALINAS: EMBARRADO EN PUERTO BOUVIER

Por Federico Tatter @Fedetatter ‪#‎relatosbreves‬ ‪#‎eranegra‬ ‪#‎paraguay‬ ‪#‎UNAnotecalles‬ ‪#‎Paraguaynotecalles‬ ‪#‎Memorianotecalles‬

Los relatos breves, a veces por apego estricto a la textualidad de la data, pierden cierta expectativa que podría dar la narrativa. Pero cuando los hechos son contundentes, mejor ir a ellos.
En octubre de 1958, la Gendarmería Argentina colaboró decididamente con la naciente dictadura stronista, a pesar de que el gobierno argentino fuera democrático y estuviera presidido desde mayo de ese mismo año, por Arturo Frondizi, un civil no precisamente amigo del naciente stronismo cívico-militar.
El pulcro jefe de policía del régimen stronista, Teniente Coronel Ramón Duarte Vera, el 29 de octubre de 1958, a través del Informe Confidencial J-328 detalló al Excelentísimo señor Presidente de la República la valiosa colaboración de un miembro de la Gendarmería Nacional de Clorinda (R.A.), quien relató en detalle un supuesto plan de invasión al Paraguay por parte de exiliados políticos liberales, todo “...conforme a los documentos secuestrados del poder del Teniente Coronel (S.R.) Eliseo Salinas en oportunidad de su apresamiento en ésa...”.
El intento de incursión fue conocido como el “Caso de invasión por Puerto Bouvier, Argentina” cronometrado para el 23 de octubre de 1958. El principal responsable paraguayo, el Teniente Coronel Eliseo Salinas.
Las copiosas lluvias jugaron una muy mala pasada al convoy equipado con pesadísimo e inapropiado armamento convencional donado por fuerzas militares argentinas. Los camiones quedaron varados en el muy especial y negro lodazal formoseño.
Todos los comandos fueron apresados por la Gendarmería Argentina, el 24 de octubre de 1958, antes de llegar a las costas del río Paraguay. Un particular embarre militar que dejó mal parados al Teniente General Toranzo Montero y al Almirante Isaac Rojas, dos fuertes soportes del empantanado intento de incursión comando relámpago.
De acuerdo a los informes provenientes de los interrogatorios de la Gendarmería Argentina y cedidos a la dictadura stronista con especial premura y colaboración, pudieron extraerle al Teniente Coronel Eliseo Salinas por lo menos seis datos de importancia cardinal: “…El plan de invasión tuvo dos años de preparación, no fijándose fecha de iniciación … Concretar el plan mediante la ejecución de operaciones tipo comando, con armas automáticas ... Bloquear las ciudades y puertos ubicados frente a Posadas y Clorinda (R.A.) respectivamente, y cortar todos medios de comunicaciones … Apresamiento de las autoridades militares y civiles de importancia … No contemplar la sublevación con unidades militares y policiales (Todas ya controladas por el stronismo en ascenso)...”.
Finalmente el informe de Duarte Vera resume en su sexto punto los datos extraídos al Teniente General Salinas: “...Doscientos hombres deberían estar apostados en los distintos puestos de la ribera paraguaya, puntos establecidos para la incursión de los invasores; asimismo cuatrocientos hombres también tenían conocimiento del plan, y que una vez ejecutado entrarían a colaborar con los subversivos en la jurisdicción de la Capital...”. Fin del Informe Confidencial.
Las internas entre peronistas prostronistas, y antiperonistas antistronistas, dentro mismo de las fuerzas armadas y de seguridad argentinas, jugaron un papel determinante para el sostenimiento de los primeros años del stronismo. Luego, las coincidencias en el anticomunismo y el alineamiento automático a los Estados Unidos, llevó éstas diferencias a “mínimos”.
Los bandos militares y políticos argentinos, probablemente sabían (sería muy extraño que no lo supieran o intuyeran), pero igualmente no pudieron torcer el plan real del stronismo, trazado incluso desde antes del golpe, en embajadas y cuarteles militares muy lejos del Paraguay, y probablemente hasta por agentes no paraguayos: El decidido giro al este, el giro hacia el protectorado de facto del Paraguay a cargo del Brasil, a cambio del sostenimiento de la dictadura militar paraguaya, y el nacimiento y ascenso de una nueva burguesía paraguaya fraudulenta y mafiosa.
Un giro geoestratégico que sigue vigente hasta la actualidad, en pleno 2016, con tratados intocables. Un giro a la subordinación y anexión al bloque gobernante del Brasil, el principal, el real, y más seguro aliado continental que eligió Estados Unidos de América en el período estudiado, para que controle toda la subregión conosureña. Un hecho que pone en remojo la controvertida “diplomacia pendular de la dictadura stronista”.
En los “fundamentals”, al parecer, nunca hubo péndulos. El giro al este y al norte, fue ordenado y decidido desde el inicio de los años cincuentas, antes incluso del fatídico 1954, a través de varios viajes de los altos mandos militares paraguayos triunfantes de la guerra civil de 1947, al Comando Sur, al Pentágono y a West Point.

Federico Tatter.
4 de diciembre de 2016.
Asunción, Paraguay.

Material corregido por Eugenia de Amoriza.

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