viernes, 11 de noviembre de 2016

LA SOSPECHOSA VENGANZA DE RECALDE

Por Federico Tatter @Fedetatter ‪#‎relatosbreves‬ ‪#‎eranegra‬ ‪#‎paraguay‬ ‪#‎UNAnotecalles‬ ‪#‎Paraguaynotecalles‬ ‪#‎Memorianotecalles‬

En el año 1958, el sigiloso y enigmático sujeto Agustín Recalde, fue madurando su sed de venganza familiar, y no encontró mejor forma que la de transformarse en un agente confidencial (pyragüé), para infiltrar y delatar a sus propios parientes febreristas en la zona de Ñeembucú, Misiones y el puerto de Ayolas. Y al parecer, también, hacerse de unos centavos presentándose como “enviado de una Superioridad”.
Todo se enredó con el seguimiento cruzado en San Juan Bautista donde el propio pyragüé encubierto Recalde, enviado desde Asunción, terminó siendo seguido por otros pyragüés encubiertos misioneros, cada uno respondiendo con extremo celo a sus respectivas “Superioridades”. Finalmente, la “Superioridad de las superioridades intermedias”, tuvo que poner orden en el pyraguereato entre pyragüés. Entre el seguimiento y los negocios que venían entreverados con el sentimiento de ser el poder arbitrario que a nadie debe explicar nada.
Por este desaguizado, el jefe de Policía de la Capital, el Coronel Ramón Duarte Vera, se vió obligado a redactar el Informe Confidencial número 198, del 14 de julio de 1958, para retransmitir al Ministro del Interior, Edgar Lineo Ynsfrán, el descargo del Comisario de la Seccional 10a. de Campo Grande, que captó a un pyragüé, y que llegó a él para ofrecerse voluntariamente: “...Agustín Recalde … se presentó unos meses atrás a perdime pareceres sobre posibles trabajos políticos de los Febreristas Hermanos Recalde, en la zona de Ñeembucú … quienes estaban contando con una cantidad considerable de personas y que él en su carácter de colorado, se ofrecía incondicionalmente a colaborar, manifestando además que le sería fácil introducirse entre ellos por tratarse de parientes, pero que tiene una sed de venganza contra éllos, por haberle traicionado sobre un juicio de bienes herenciales, donde éllos quedaron con todos los bienes y Recalde y sus hermanos en la nada…”.
Buena razón para una venganza, el transformarse en pyragüé. Un método seguro para la época. A no ser que se cruzara con otro pyragüé con intereses, negocios y relatos distintos.
Continúa el descargo confidencial: “...El motivo de no haberse presentado a las autoridades de Misiones, es por razones de no tener en esa zona su objetivo principal y para evitar que sus patrones (parientes y objetivos del espionaje), se enteren de nada...”.
No obstante, el Jefe de Investigaciones de la Delegación de Gobierno de Misiones, Isaac Delvalle, ex oficial inspector de Investigaciones, dudó de que existieran razones válidas para el supuesto seguimiento político por parte del sujeto Recalde por la zona, sino más bien “...él presume de que su misión no será otra cosa, sino la de pescar por contrabando”, utilizando como escudo una tarjeta de la “Superioridad”.
Conclusión. Pyragüereato entrecruzado, seguimiento político, venganza familiar, supuestas misiones encubiertas, a su vez, “descubiertas”, y de paso, la excelente oportunidad de hacerse de unos centavos a través del contrabando en una zona porosa como el puerto paraguayo de Ayolas, frente a la ciudad de Ituzaingó, provincia argentina de Corrientes, en pleno 1958, no eran actividades incompatibles. No eran la excepción estos polluelos. Sólo hacían aquello que naturalmente estaban haciendo todas las “Superioridades”: rapiñar como fuere, donde fuere, a quien fuere.

Federico Tatter.
11 de noviembre de 2016.
Asunción, Paraguay.
Corregido por Eugenia de Amoriza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario