martes, 30 de marzo de 2010

PARAGUAY: A 34 AÑOS DE LA PASCUA DOLOROSA


El próximo 9 de abril de 2010, en el Ex Campo de Concentración de Abraham Cué, en la ciudad de San Juan Bautista de las Misiones, cabecera departamental de Misiones, se llevará a cabo un acto de memoria a los 34 años de la gran represión a movimientos antidictatoriales y campesinos, que conocemos como la Pascua Dolorosa, por haberse desatado en plena celebración de la Semana Santa en los primeros días de abril de 1976, desde Asunción y extendiéndose rápidamente a los departamentos de Central, Paraguarí, Misiones, Caaguazú, Itapúa, y finalmente a todo el país. Fragmentos del Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia del Paraguay, dan cuenta de los hechos. La foto corresponde al casco histórico del Ex Campo de Concentración de Abraham Cué, en momentos de realizar en el sitio excavaciones en búsqueda de desaparecidos que presumiblemente fueron enterrados clandestinamente en el predio.

Todo el Informe Final es posible bajarlo en PDF desde el sitio:

http://www.verdadyjusticia-dp.gov.py/

La Pascua Dolorosa, Misiones, Paraguay, abril de 1976. Represión masiva y dimensión de la crueldad:

“…Yo, si le voy contar verdaderamente. Yo ya estaba marcado hacía mucho tiempo. Ya no nos llamaban por nuestros nombres, sino comunistas nomás ya. En el interrogatorio la primera pregunta fue si era comunista o no. Aunque él ya decía que éramos comunista. Luego ya nos pregunta quién era el padre que estaba con nosotros y de donde nos venía la plata, y mientras eso nos golpeaban y nos torturaban”. Celestino Alcaraz Benítez, Misiones, 1976.

A primeros de abril, con la detención de algunos miembros de la OPM y posteriormente el hallazgo del archivo de la organización, se llevó a cabo un operativo masivo que se inició en la ciudad de Asunción y se trasladó inmediatamente al interior especialmente en el Departamento de las Misiones donde se materializó la llamada “Pascua Dolorosa”, un operativo represivo masivo que se llevó a cabo en la Semana Santa de 1976 y conllevó un enorme impacto en las comunidades afectadas, la región de Misiones y otras a las que se extendió la violencia contra líderes campesinos y comunidades.

Los hechos comenzaron en la semana del 5 abril siendo su epicentro la Delegación de Gobierno de San Juan Bautista, la cabecera departamental, y la habilitación de un cuartel como centro de detención, conocido como Abrahán Cué. Otros lugares de detención en el caso de Misiones citados en los testimonios son: Delegación de San Juan Bautista, Comisaría de Santa Rosa, Comisaría de San Patricio, Comisaría de Santa María, todos ubicados en Misiones y posteriormente el penal de Emboscada y el Departamento de Investigaciones (Vigilancia y Delitos) en Asunción.

Se registraron numerosos casos de personas procedentes de Misiones que vinieron a relatar sus experiencias como víctimas directas de aquel suceso, o como familiares que daban testimonios en nombre de la víctima ya fallecida.

“…En 1976 fue la represión más fuerte, como para que desaparezca la organización, allí fue que a nivel nacional, a muchos les agarraron, les apresaron, les torturaron, les mataron. Aquí a quince por ahí mataron. La desinformación para confundirle a la opinión pública era mucha, decían que eran guerrilleros, comunistas, como para justificar su represión. Luego reprimieron a niños y mujeres que no tenían nada que ver. El objetivo de eso era que la gente no quiera organizarse, ni que sepa ningún derecho”. Guillermo Jaquet, Misiones, 1976.

Durante los meses que duró la represión en la zona, como parte de ese operativo, se llevaron a cabo numerosas violaciones de derechos humanos, detenciones arbitrarias, torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, además de violaciones sexuales contra las mujeres y violencia colectiva contra comunidades, con destrucción de bienes y propiedades. Desde los primeros momentos la gente desconocía las atrocidades que iban a cometerse aunque existían ya mensajes de amenaza y destrucción contra toda la población considerada sospechosa.

“…Habían colorados que hacía propaganda de que iban a matar a todas las familias comunistas que se quedaban, y esa vez mi esposa vino en el almacén de Vicente Cáceres, que quedaba dos kilómetros de casa, y le dice está fea esta situación, porque hoy llegaron Camilo Almada Morel, “Sapriza”, entre otros y dijeron que van a matar a todas familias comunistas que están acá”. Juan Carlos López, Misiones, 1976.
Según nuestras estimaciones durante las primeras semanas se llevaron a cabo centenares de detenciones, que algunas fuentes sitúan en más de mil personas. Se tomaron 496 testimonios de detenciones arbitrarias en 1976, la inmensa mayoría relacionadas con estos hechos, lo que supone que una de cada cuatro detenciones registradas proviene de la Pascua Dolorosa. Todo ello confirma el enorme impacto de estos hechos en general y específicamente en la región más afectada de Misiones. La CVJ pudo documentar la ejecución extrajudicial o desaparición forzada de 27 personas en estos hechos.

El operativo fue masivo y contó con la participación de todo un equipo de miembros de la policía y militares de apoyo provenientes de Asunción. Campesinos de los distritos de San Juan Bautista, San Ignacio, Santa María, Santa Rosa y San Patricio, pertenecientes a la organización Ligas Agrarias Cristianas, fueron detenidos y conducidos a Abraham Cué. Lo que comenzó en Semana Santa en Misiones se extendería posteriormente al resto del país: Paraguarí, Cordillera, Coronel Oviedo, Caaguazú.
“…Después empezaron a juntar a más gente para llevarles en la Alcaldía de Santa Rosa-Misiones. Ahí nos juntó a todos a las diez de la noche más o menos. Nos esposó y nos dijo que cuando terminaba de contar tres teníamos que estar ya en la camioneta. Nos habremos ido entre sesenta personas. Después en el camino se subieron unos cuantos militares y nos dijeron, “levanten la cabeza, ¡respondan animales!”. Nosotros no sabíamos dónde nos íbamos, después llegamos a Abraham Cué y el guardia de ahí nos trató de la misma manera”. Juan Carlos López, Misiones, 1976.
También la represión se orientó hacia sectores religiosos progresistas. Varios centros educativos fueron allanados, profesores detenidos y religiosos amenazados o expulsados del país. Entre ellos se produjo la expulsión de diez jesuitas. (Caravias, Munarriz, Meliá, SI, Gelpi, SJ, Ortega y otros)

Detenciones masivas, tortura y muerte.

Centenares de personas fueron recluidas en Abraham Cué convertido en centro de detención y tortura. Los relatos de los sobrevivientes incluyen una descripción pormenorizada de la tortura sufrida en dicho lugar, siguiendo patrones muy similares, implicando a los mismos perpetradores y mostrando un modo de acción coordinado y totalmente planificado...

Fuente: Informe Final de la CVJ. http://www.verdadyjusticia-dp.gov.py/

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