
El poder del pueblo es la garantía para la vigencia real de los derechos humanos y la existencia de una democracia verdadera
Tenemos que luchar contra los resabios terroristas que todavía existen y martirizan a nuestro pueblo, con especial crueldad a los más pobres y excluidos.
Y aún más importante es unirnos por el nunca más al terrorismo de estado que las minorías privilegiadas y amenazan reimplantar, sabiendo que nunca han perdido poder ni económico ni político.
Solicitamos y exigimos a las autoridades, corregir rumbos y dar pleno cumplimiento a las recomendaciones de la comisión de verdad y justicia, y dentro de ellas, comenzar en serio con la recuperación de las tierras y bienes mal habidos, y de una vez avanzar en el juicio y castigo a los responsables de crímenes de lesa humanidad, del pasado y del presente, aun impunes.
Necesitamos participar y contribuir entre todos y todas por la realización del programa y el proyecto aprobado mayoritariamente por nuestro pueblo el 20 de abril de 2008, incluso profundizándolo:
1. Por la democracia participativa.
2. Por la soberanía nacional.
3. Por la reforma agraria integral.
Y profundizar el proceso a través de políticas de estado en derechos humanos como prioridad rescatando todas las memorias e historias de lucha nuestro pueblo.
Solo defendiendo los derechos humanos fundamentales como causa nacional, podrá progresar el Paraguay en un clima de justicia social, inclusión y bienestar general de las mayorías trabajadoras y el pueblo todo.
Solo así será verdad la consigna: nunca más al terrorismo de estado en el Paraguay y por la construcción de un estado realmente democrático en base a políticas de derecho.
Asunción, Paraguay, 16 de julio de 2011.