miércoles, 7 de enero de 2009

GAZA: ATROCIDAD Y CRIMEN DE GUERRA


Comparto estas notas apuradas de analistas y corresponsales de guerra en la zona de las operaciones del ejército israelí durante su bombardeo e invasión a Gaza, acción planificada desde hace muchos meses atrás, y consideradas por el relator especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos, como de atrocidades cometidas por el invasor con absoluta desproporcionalidad y especial ensañamiento sobre la población civil, sin dudas, el principal objetivo militar no tan oculto en estos momentos. Los procedimientos están reñidos absolutamente con el derecho internacional humanitario que es meridiano en la diferenciación del combatiente y el no combatiente en una situación de guerra, y especialmente visible en la Franja de Gaza, una pequeña zona del mundo, densamente poblada y bloqueada desde hace meses, desde el año 2006, fecha en que el estado de Israel decidió actuar militarmente, hasta concretarlo en pleno fin de año 2008 y comienzos del 2009. Por éstos hechos, las actuales autoridades políticas y militares israelíes podrían ser procesadas y juzgadas por crímenes de guerra y por tanto de lesa humanidad. A pesar de los breves altos al fuego, y las propuestas de cese del mismo, los más de 700 asesinados y más de 3.000 heridos, diversos analistas, sospechan que lo peor está por venir. Y claramente, la rendición de cuentas y la condena mundial al agresor, también están por venir, pues si bien los principales jefes de estados de las grandes democracias están paralizados y expectantes de una pronta y fuerte victoria, la comunidad internacional, la población civil del mundo, de comportamiento más mediato, se hará sentir y con mucha fuerza.


"Atrocidad israelí, silencio mundial"


Redacción BBC Mundo. En medio de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, la BBC entrevistó sobre la actual situación al relator especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos, Richard Faulk. En el pasado Israel ha acusado a Faulk de falta de imparcialidad, pero el representante internacional dice que sería equivocado equiparar la agresión israelí con la palestina. Faulk es profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, Estados Unidos.

¿Cómo usted caracterizaría lo que los israelíes están haciendo en Gaza?

Israel está cometiendo una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa, atacando a una población que ha estado sufriendo un severo bloqueo durante muchos meses, e ignorando la posibilidad de restablecer un cese el fuego que los líderes de Hamas habían propuesto. Me siento estupefacto por el hecho de que la comunidad internacional no haya tomado medidas más decisivas como respuesta ante lo que está ocurriendo.

Usted utilizó la palabra "atrocidades". ¿Considera que se están cometiendo violaciones de las leyes internacionales en materia humanitaria?

El propio bloqueo incumple las dos obligaciones más fundamentales de una fuerza de ocupación: en primer lugar, evitar castigar colectivamente a la población civil y, en segundo, garantizar que la población ocupada tenga suficientes alimentos y suministros médicos.

Este bombardeo no se puede ni siquiera describir como desproporcionado: es un acto de agresión incondicional contra una población indefensa hacia la cual Israel tiene especiales responsabilidades internacionales bajo la Convención de Ginebra y en relación con la Carta de Naciones Unidas.

Usted dice que lo que está pasando no tiene justificación. Pero, en su calidad de relator especial de Naciones Unidas en temas de derechos humanos en los territorios ocupados, usted tiene el deber -hasta cierto punto- de ser imparcial sobre lo que está pasando. ¿Las personas que viven en el sur de Israel, que se han visto sometidas a repetidos ataques con cohetes desde Gaza, no tienen también derechos?

Por supuesto que tienen derechos y yo he dicho, una y otra vez, que los ataques con cohetes son inmorales e ilegales. Pero, desde ningún punto de vista legal o moral, esos ataques pueden justificar represalias de esta magnitud.

¿Y qué cree de la acusación de los israelíes de que usted no es nada imparcial?

¿Y por qué deberían ellos considerarme imparcial? Eso no es más que una desviación de las verdaderas preguntas que se deben hacer: ¿Estoy siendo preciso? ¿Estoy siendo veraz? No es mi deber decir que realidades desiguales son iguales. Si lo hiciera, estaría incumpliendo con mi responsabilidades como relator especial.

¿Quién es un civil?

Heather Sharp. BBC, Jerusalén. Muchos palestinos han abandonado sus hogares en busca de protección en campamentos de refugiados. Los niños ensangrentados de Gaza son claramente civiles. Los hombres que lanzan cohetes desde territorios palestinos no lo son. Pero ¿lo eran los más de 40 reclutas de la policía de Hamas que murieron en la primera ola de la ofensiva de Israel?

Los escondites para armas son claramente puestos militares, pero entonces ¿qué son el Ministerio de Interior, en el que perecieron dos médicos tras un ataque, o una casa de cambio, que fue destruida en un ataque que dejó a un niño herido?

Mientras las cifras de muertos aumentan en la Franja de Gaza, preguntas espinosas se abren paso: ¿quién y qué se puede considerar un blanco militar legítimo en un territorio gobernado por un grupo que es considerado por muchos países como una organización terrorista? Hamas es un grupo que ganó las elecciones legislativas palestinas en enero de 2006 y que un año después consolidó su control por medio de la fuerza. Al tiempo de que esta organización estaba detrás de una campaña de ataques suicidas en Israel y del lanzamiento indiscriminado de cohetes, también estaba a cargo de escuelas, hospitales, trabajos urbanísticos y plantas de electricidad en Gaza.

Derecho internacional

Israel ha dicho que está actuando dentro del marco de la Ley Internacional Humanitaria, pero organizaciones defensoras de los derechos humanos temen que esté estirando los límites de la legislación internacional. Incluso si hay un blanco legítimo no se pueden lanzar diez toneladas de bombas sobre él. Paralelamente a que los enfrentamientos se intensifican en la densamente poblada Franja de Gaza, las preguntas se hacen más punzantes. El Derecho Internacional Humanitario estipula que se debe mantener al mínimo los heridos civiles. Para ello, se basa en la distinción entre "combatientes" y "no combatientes".

Cuando Israel lanzó sus primeros ataques aéreos, el primer ministro Ehud Olmert dijo: "Ustedes, los ciudadanos de Gaza, no son nuestros enemigos. Hamas, Yihad y las otras organizaciones terroristas son sus enemigos así como los nuestros también".

Relación directa

Sin embargo, cuando un portavoz del ejército israelí dijo que "todo aquello afiliado a Hamas es un objetivo legítimo", la situación se empezó a complicar. El Comité Internacional de la Cruz Roja, guardián de las Convenciones de Ginebra -que son la base del Derecho Internacional Humanitario- define un combatiente como una persona "directamente involucrada en hostilidades". Pero, el vocero de las fuerzas de defensa israelíes, Benjamin Rutland, le dijo a la BBC: "Nuestra definición es que cualquier persona que esté envuelta en actividades terroristas con Hamas es un blanco válido. Esto incluye tanto instituciones estrictamente militares como instituciones políticas que provean apoyo logístico y recursos humanos al brazo terrorista (de la organización)".

"Una vez se extienda la definición de combatiente de la forma como las fuerzas de defensa israelíes lo están haciendo, se empieza a asociar individuos que están indirecta o periféricamente envueltos. Se convierte en una definición abierta, que socava los verdaderos objetivos y propósitos de las normas que se intentan aplicar", dijo Sands.

De hecho, se le atribuye a Hamas haber dicho que por el solo hecho de que la mayoría de los israelíes sirvan en el ejército, se justifican los ataques en áreas civiles.

Policías de Hamas

La primera ola de bombardeos israelíes, que estaban dirigidos a las estaciones de policía a lo largo de Gaza, es un caso clave en este punto. Especialmente, si se toma en cuenta el ataque en el que murieron al menos 40 reclutas que estaban en un desfile. Analistas dicen que los policías de Hamas son los responsables de que se anule la disidencia y se eliminen los espías, así como también se combata el crimen y se dirija el tráfico.

Asegurar que todas esas oficinas son blancos legítimos, sólo porque están afiliadas a Hamas, es legalmente erróneo y extremadamente problemático. Pero la organización israelí defensora de los humanos B'Tselem -que ha puesto en la palestra pública este tema por medio de una carta dirigida al Fiscal General de Israel- dijo que parece que quienes murieron en ese ataque estaban siendo entrenados en cursos de primeros auxilios, derechos humanos y mantenimiento del orden público.

Las fuerzas de defensa israelíes dijeron que de acuerdo con información de inteligencia, miembros de la policía con frecuencia tienen "un segundo trabajo" dentro de las escuadras que lanzan cohetes hacia su territorio. Sin embargo, no se han dado detalles sobre los lugares y las personas que Israel tiene en la mira.

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) argumenta que incluso si los policías tienen una "doble vida" y se desempeñan como militantes de Hamas, sólo pueden ser legalmente atacados cuando estén participando en actividades militares.

Acción militar

Tanto B'Tselem como HRW están preocupados por el ataque a sitios evidentemente civiles como una universidad, mezquitas y edificios gubernamentales. El Protocolo Uno de las Convenciones de Ginebra -citadas, pero no firmadas por Israel- dice que para que algo sea un objetivo militar legítimo, debe "hacer una contribución efectiva a una acción militar" y su destrucción y neutralización debe también ofrecer "una ventaja militar definitiva". Israel señala que ha bombardeado mezquitas porque son instalaciones usadas para guardar armas. En un video en el que se filmaron los ataques aéreos, el ejército israelí dijo que se observaron explosiones secundarias, lo cual -según esa instancia- prueba su argumento. Pero, no hay evidencia que sustente las denuncias israelíes de que los laboratorios de la Universidad Islámica, que fue intensamente bombardeada, eran usados para llevar a cabo investigaciones sobre armas, o que, al menos, tres casas de cambio estuvieran envueltas en la "transferencia de fondos para actividades terroristas".

Esto es debido, en parte, a que Israel difícilmente da a conocer información de inteligencia por temor a que ponga en peligro la vida de sus fuentes, dijo Rutland.

Sin embargo, al atacar los ministerios de Educación, Interior y de Relaciones Exteriores y el parlamento, Israel simplemente argumenta que esos edificios son parte de la infraestructura de Hamas y que no hay diferencia entre sus brazos político y militar.

"Asegurar que todas esas oficinas son blancos legítimos, sólo porque están afiliadas a Hamas, es legalmente erróneo y extremadamente problemático", dijo la directora de B'Tselem, Jessica Montell.

Proporcionalidad

Otros incidentes han despertado preocupaciones sobre el concepto de "proporcionalidad". Esta definición plantea que la ganancia militar de una operación debe ser proporcional a las pérdidas civiles en las que se incurrió al ejecutarla. Fred Abrahams, uno de los investigadores de mayor jerarquía de HRW, señaló: "Incluso si hay un blanco legítimo no se pueden lanzar diez toneladas de bombas sobre él". Cinco hermanas de la familia Balousha murieron cuando dormían debido a que una mezquita supuestamente relacionada con Hamas fue bombardeada en el campo de refugiados de Jabaliya, durante el segundo día de la operación.

Testimonios de familias en Gaza

HRW ha hecho un llamado para que se investigue el incidente. "¿Era la mezquita un blanco legítimo? Tenemos nuestras dudas ¿Usaron armamento que limitaría el daño a civiles? Tenemos nuestras serias dudas", dijo Abrahams. En este caso, Rutland dijo que las fuerzas de defensa israelíes no habían registrado un objetivo en esa área en ese momento y no dio mayor explicación de lo sucedido a las niñas.

Inteligencia

Otro caso es el bombardeo de un camión, que según Israel estaba lleno de misiles. Lo que es proporcional a los ojos de una persona podría ser desproporcionado a los ojos de otra. B'Tselem y el propietario del camión, quien dijo que su hijo y otras siete personas murieron, señalaron que el vehículo tenía bombonas de oxígeno para soldar. Israel sostiene que el depósito de donde las bombonas se sacaron era conocido en el pasado por guardar armas. ¿Cuán buena es la inteligencia de Israel? ¿Cuán probable era que, por ejemplo, en el momento de tomar la decisión, la información resultara errónea? ¿El potencial beneficio fue mayor que las pérdidas posibles? El profesor Sands señaló que la proporcionalidad es "muy, muy difícil de determinar". "Lo que es proporcional a los ojos de una persona podría ser desproporcionado a los ojos de otra", dijo el docente.

Relativo

La diferencia en números en la guerra de Gaza es increíble. Los palestinos dicen que más de 500 palestinos murieron en ocho días y comparan esa cifra con los 18 israelíes que han muerto desde 2001 como consecuencia de los cohetes. Estamos hablando de un gobierno entero cuya razón de ser es vencer a Israel y cuyas energías están concentradas en atacar a civiles israelíes. Sin embargo, los expertos dicen que temas como las intenciones de las partes, las razones para ir a la guerra, las acciones tomadas para proteger o exponer a civiles y las condiciones en el terreno, forman parte de una ecuación legal mucho más complicada. Israel indica que consulta constantemente a abogados en sus operaciones y que toma todas las medidas posibles para minimizar el daño a civiles.

Armas guiadas son usadas, advertencias telefónicas son con frecuencia hechas antes de bombardear edificios, las fuerzas de defensa israelíes dicen que misiones han sido abortadas porque civiles han sido vistos como objetivos. Israel dice que su enemigo está lejos de ser un enemigo estándar: "Estamos hablando de un gobierno entero cuya razón de ser es vencer a Israel y cuyas energías están concentradas en atacar a civiles israelíes", dijo Rutland. Testigos y analistas confirman que Hamas lanza cohetes desde áreas pobladas por civiles y hay un cierto consenso de que ese movimiento viola flagrantemente el marco jurídico internacional al atacar a civiles con cohetes. Pero, mientras Montell describe un cohete como un "evidente crimen de guerra", añade: "Yo no esperaría que mi gobierno actúe de acuerdo con los estándares de Hamas. Nosotros demandamos estándares más altos".

martes, 6 de enero de 2009

EL IMPOSIBLE ABSOLUTO DE LA SOLUCION MILITAR


Comparto dos artículos de opinión en uno, enviado por Antonio Brailovky que incluye un artículo de Daniel Barenboim. Ambos refieren al histórico conflicto militar en medio oriente y la incapacidad de la política, que a su vez es espejo de muchos conflictos construídos como de imposible resolución, y ambos coinciden en que LA SOLUCIÓN NO ES POR LA VÍA MILITAR. En la coincidencia y fuerte sospecha que las vías militares argumentadas y puestas en práctica hasta la fecha, sólo han servido para justificar nuevas e interminables escaladas militares más, definiendo al status quo militar como permanente, sin solución de contuinidad.

Por demás sorprende la aseveración de Barenboim, acerca de que el enemigo declarado hoy por el ejército de ocupación, fue sostenido y apoyado con anterioridad en contra de otro enemigo declarado, la OLP y Yasser Arafat.

Disculpen que necesariamente haga una similitud de la situación con las administraciones norteamericanas que resaltan en primer lugar. Salvando las distancias entre ambos estados, naciones y situaciones particulares.

El apoyo a los talibanes, dos décadas atrás, por parte de las agencias de inteligencia norteamericanas, el apoyo a Hamas por parte de las agencias de inteligencia israelíes también décadas atrás, según Barenboim, y la actual guerra global preventiva. En ambos casos el argumento es el mismo, la seguridad interna por causa del terrorismo que ellos mismos han creado y financiado para que apuntaran con sus mismos métodos terroristas de la actualidad hacia otros advesarios declarados. Esto no lo sabíamos entonces, o lo sabíamos a medias.

Finalmente la necesidad, también en ambos casos, de someter a las poblaciones civiles de los países teatros de las operaciones a un interminable tormento conocido "daño colateral", considerado por los agresores como necesario, y de costo mínimo frente a los inmensos beneficios que ello les aportará en un futuro inalcanzable a las víctimas, aunque ya le esté beneficiando en efectivo a los estados atacantes en la actualidad. Si ambos ejércitos combaten a adversarios por ellos mismos construidos y luego satanizados, el objetivo final y real de tales operaciones, son obviamente las poblaciones civiles y en una visión más amplia, de uno y otro lado del rifle, para unos palestinos el sojuzgamiento perpétuo, para otros israelíes el verticalismo también perpétuo, una forma más blanda de sojuzgamiento. Que nadie ose hablar de paz, el verdadero enemigo que echaría por tierra a estos ejércitos, sus comandantes y sus argumentos. Acompaña este comentario foto de quien ya se se está yendo de la jefatura del mundo, con la espectativa de iniciar, demás de todos los altos al fuego humanitarios que sean necesarios, un nuevo camino hacia la paz, por lejos el más seguro y además, el más corto.


Federico Tatter.



ANTONIO BRAILOVSKY


La situación humanitaria generada a partir de los bombardeos del ejército israelí sobre la población civil de Gaza supera los límites del horror. Sin embargo, un sistema internacional que reacciona con rapidez cuando se trata de salvar bancos al borde de la quiebra, no sabe qué hacer cuando se trata de personas al borde de la muerte.

Todos sabemos (y los protagonistas también lo saben) que este conflicto no tendrá una resolución militar. Que el principal resultado de cada acción de guerra en los últimos 60 años, ha sido generar acciones semejantes del otro bando y agravar la situación.

¿Qué estamos haciendo para impulsar una solución negociada? ¿Qué hacen nuestros Gobiernos para contribuir al diálogo? ¿Qué hacemos nosotros mismos para que nuestros Gobiernos dejen de mirar hacia otro lado, como si no estuviéramos todos involucrados?

Porque, hay que repetirlo una vez más, los conflictos de Medio Oriente no ocurren solamente en Gaza, sino que desbordan sobre todo el mundo. Hasta ahora esos conflictos han generado acciones de guerra, por lo menos, en los siguientes 28 países:

* Afganistán (invasión norteamericana).

* Alemania (masacre de atletas israelíes).

* Argentina (atentado a la AMIA y la Embajada de Israel).

* Austria (atentado a pasajeros de una aerolínea israelí).

* Chipre (homicidios del Mossad en represalia a la masacre de atletas israelíes).

* Egipto (Guerra de los Seis Días, atentados contra turistas israelíes).

* España (atentado a la estación Atocha).

* Estados Unidos ((atentado a las Torres Gemelas).

* Francia (homicidios del Mossad en represalia a la masacre de atletas israelíes, atentados a miembros de la comunidad judía).

* Inglaterra (atentado a la Embajada de Israel, atentado al metro).

* Irak (invasión norteamericana, bombardeo israelí).

* Irán (organización de atentados en Argentina).

* Italia (homicidios del Mossad en represalia a la masacre de atletas israelíes, atentados a miembros de la comunidad judía, atentado a pasajeros de una aerolínea israelí).

* Israel (en estado de guerra continuada).

* India (atentados a miembros de la comunidad judía).

* Jordania (Guerra de la Independencia de Israel).

* Kenia (atentados a miembros de la comunidad judía).

* Kwait (invasión de Saddam Hussein y posterior invasión norteamericana.

* Marruecos (atentado a miembros de la comunidad judía).

* México (atentados a miembros de la comunidad judía).

* Líbano (invasión israelí).

* Palestina (ocupación israelí).

* Pakistán (organización de atentados en India)

* Siria (combates por las alturas del Golán)

* Túnez (atentado contra una sinagoga)

* Turquía (atentados a miembros de la comunidad judía).

* Uganda (secuestro de un avión israelí)

* Uzbekistán (atentado a la Embajada de Israel)

Con esto quiero decir que el teatro de la guerra no es la franja de Gaza, sino que es el planeta Tierra entero y que los Gobiernos que han actuado ante la crisis financiera deberían actuar también ante la crisis humanitaria. ¿De qué manera? Impulsando el diálogo. Más adelante:

Una nota del músico Daniel Baremboim en la que señala la inutilidad de la vía militar para resolver este conflicto. Baremboim tiene la doble ciudadanía israelí y palestina, y dirige una orquesta con integrantes de ambas nacionalidades, porque el arte es un punto de encuentro entre las personas.

Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky


LA SOLUCIÓN NO ES POR LA VÍA MILITAR


Por Daniel Barenboim. Sólo tengo tres deseos para el próximo año. El primero de ellos es que el Gobierno israelí se dé cuenta de una vez por todas de que el conflicto en Oriente Próximo no puede ser resuelto por la vía militar. El segundo es para que Hamas tenga presente que sus intereses no se imponen con la violencia, y que Israel está aquí para quedarse. El tercero es para que el mundo reconozca que este conflicto no tiene parangón en la Historia. Es complejo y delicado; es un conflicto humano entre dos pueblos profundamente convencidos de su derecho a vivir en el mismo y minúsculo pedazo de tierra. Es por esto que ninguna diplomacia o acción militar puede resolver este conflicto.

Los hechos de los días pasados me preocupan en exceso por muchos motivos humanos y políticos. Es evidente que Israel tiene el derecho a defenderse, que no puede y no debe tolerar los continuos ataques con misil en contra de sus ciudadanos, pero el incesante y brutal bombardeo del Ejército israelí en Gaza me ha despertado algunos interrogantes.

La primera pregunta es ¿tiene derecho el Gobierno israelí a culpar a todos los palestinos por las acciones de Hamas? Nosotros los judíos, debemos saber y sentir más agudamente que otras poblaciones lo inaceptable e inhumano del asesinato de civiles inocentes. El Ejército israelí ha argumentado pobremente que la franja de Gaza está tan superpoblada que es imposible evitar la muerte de civiles durante los ataques.

La debilidad del argumento me lleva a formular nuevas preguntas: Si la muerte de civiles es inevitable, ¿cuál es el propósito del bombardeo? ¿Cuál es -si la hay- la lógica de la violencia y qué espera lograr Israel a través de ella? Si el objetivo de la ofensiva es destruir a Hamas, la pregunta es si es una meta alcanzable. Si no, los bombardeos no son sólo crueles y bárbaros sino también absurdos.

Si fuera realmente posible destruir a Hamas con operaciones militares, ¿cómo imagina Israel la reacción en Gaza después de ello? Un millón y medio de residentes de la Franja no se arrodillarán ante el poderío del Ejército israelí. No debemos olvidar que antes de que los palestinos eligieran a Hamas, Israel lo apoyaba en una táctica para debilitar a Arafat. La historia reciente de Israel me lleva a creer que si Hamas es bombardeado hasta su desaparición, otro grupo ocupará su sitio, una formación más radical, más violenta y más llena de odio hacia Israel.

Israel no puede permitirse una derrota militar por miedo a desaparecer del mapa, pero la Historia ha probado que toda victoria militar ha debilitado a Israel por la aparición de grupos radicales. No subestimo la dificultad de las decisiones que debe tomar el Gobierno israelí a diario, ni subestimo la importancia de la seguridad. No obstante, me aferró a mi convicción de que el único plan viable para la seguridad de Israel es ganarse la aceptación de todos sus vecinos. Deseo que en 2009 regrese la inteligencia siempre atribuida a los judíos. Deseo el regreso de la sabiduría del rey Salomón para que aquellos que toman decisiones en Israel entiendan que palestinos e israelíes tienen los mismos derechos humanos. La violencia palestina atormenta a Israel y no sirve a la causa; la venganza militar de Israel es inhumana, inmoral y no garantiza la seguridad. Como he dicho, son los destinos de dos personas relacionadas inextricablemente, lo que les obliga a vivir lado a lado. Son ellos los que deciden si quieren hacer de esto una bendición o una maldición.

lunes, 5 de enero de 2009

CRÍTICA A LA VIOLENCIA


Comparto este material de opinión acerca de la violencia como medio de acceso al poder o sostenimiento en el mismo, sus límites y los otros medios para lograr objetivos políticos. El mismo es pertinente, por un lado, con el escenario de la reciente invasión por parte del ejército israelí a la Franja de Gaza, que lejos de ser la "solución final militar" añorada por todos los autoritarismos y fanatismos, no pasa de ser un retroceso más en la opción estratégica que es la paz y la coexistencia pacífica de los pueblos, que tarde o temprano llegará de la mano de mejores líderes tanto israelíes, palestinos y mundiales. Por el otro, luego de 60 años de creación del estado de Israel, está más que probado, que el mismo no ha podido establecer paz duradera ni seguridad entre sus únicos vecinos, y menos aportar a la verdadera solución pacífica con los palestinos, con iguales derechos a vivir también con seguridad y sin sojuzgamiento en Palestina. A 60 años, la solución militar definitiva, está cada vez más lejos de probar que sea la solución. La paz, la coexistencia, con seguridad, sin opresión, hoy lejanas, se yerguen aún como la mejores opciones en medio oriente. Y vale también para diversas regiones del globo donde es preciso establecer el imperio de la razón y el sentido común.

CRÍTICA A LA VIOLENCIA

“A los medios legales e ilegales de toda índole, que son siempre todos violentos, es lícito por lo tanto oponer, como puros, los medios no violentos. Delicadeza, simpatía, amor a la paz, confianza y todo lo que aún se podría añadir constituyen su fundamento subjetivo. Pero su manifestación objetiva se halla determinada por la ley que establece que los medios puros no son nunca medios de solución inmediata, sino medios de soluciones mediatas.” (Walter Benjamin).

Por Santiago O’Donnell. Mundo. Escenario. Página 12.
Argentina. No fue un ataque. No fue un castigo. Israel entró en guerra con la Franja de Gaza, una guerra encontró a su rival, Hamas, solo y aislado. Hasta ahora las cifras hablan de una guerra sangrienta y de un aplastante triunfo israelí. Más de cuatrocientos cuarenta palestinos muertos, incluyendo cerca de 180 civiles, en los últimos siete días. Cuatro civiles y cuatro soldados israelíes muertos en el mismo período. La distancia entre las fatalidades de un lado y del otro crece todos los días. Ayer empezó la invasión terrestre.
Más allá del resultado de la guerra, que a esta altura parece cantado, ante las imágenes de muerte y destrucción que llegan desde la franja, uno no puede eludir la pregunta: ¿hicieron falta tantas muertes? A juzgar por la respuesta de los líderes de los tres mundos, pareciera que sí. Cada cual reaccionó a su manera. Casi todos se mostraron razonablemente preocupados. Pero casi ninguno hizo algo útil para frenar la masacre.
Eso sí: Naciones Unidas pidió un alto el fuego como es de rigor en cada guerra. Sarkozy entró y salió con la liviandad de un fantasma, portando la propuesta de tregua con la que Europa se dio por cumplida. Una Europa que pareció despertar este fin de semana con algunas protestas en sus capitales, pero cuyo símbolo más elocuente en este tema sigue siendo el perfil nulo de su delegado especial para Medio Oriente, Tony Blair. En la Casa Blanca Bush dio un último hurra, pero el bajo perfil que las circunstancias le demandan lo obligaron a delegar ese mensaje en su secretaria de Estado. Condi Rice mostró preocupación por las víctimas civiles, como corresponde, responsabilizó a Hamas por las víctimas y aprovechó para dar la señal de luz verde a la inminente ofensiva terrestre. India y China escucharon las noticias y cambiaron de canal. Desde América latina apenas se oyó la tibia protesta de Lula en respuesta a los reclamos de la numerosa colectividad árabe que vive en Brasil, y la esperable denuncia de Hugo Chávez, un viejo crítico de Israel.
En Siria, donde Hamas tiene su gobierno en el exilio, la reacción se limitó a un gesto diplomático. En un comunicado, Damasco anunció que se retiraba, por causas de público conocimiento, de la mesa de negociaciones cara a cara que venía manteniendo con Israel en Turquía. El acuerdo de paz en el que venían trabajando, que incluye la devolución del territorio ocupado de Golán, tendrá que esperar un mejor momento. Egipto, la gran potencia sunnita que limita con la franja, dio su aprobación por adelantado en una reunión hace diez días en El Cairo entre el presidente de ese país y la canciller israelí, de la cual Murabak salió diciendo, casi como una formalidad, que Egipto exige respeto por la población civil palestina. Los otros países sunitas hace años que libraron a Hamas a su suerte. Esto incluye a sus inspiradores y financistas originarios, la familia real saudita, y al reino de Jordania, un firme aliado de Occidente que limita con Cisjordania, el otro territorio palestino.
En Cisjordania, precisamente, gobierna el partido Al Fatah del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. En estos días Al Fatah se hace rogar ante los desesperados llamados a la unidad que le hacen los pocos dirigentes de Hamas que quedan vivos y libres. Todos los ataques previos de Israel a los territorios ocupados habían producido la unidad instantánea de las facciones palestinas. Esta vez no fue así. Cuando empezó el ataque israelí, Al Fatah estaba al borde de la guerra civil con Hamas. Abbas, en tanto, fue protagonista del acuerdo de Annapolis de noviembre del 2007 para firmar una paz en Cisjordania, acuerdo negociado con Estados Unidos e Israel, y ahora espera la llegada al poder de Barack Obama para darles nuevo impulso a las negociaciones.
Desde el Líbano, el movimiento Hezbolá llamó a una intifada y denunció por genocida la ofensiva israelí. Nada. En el 2006, durante el último ataque masivo de Israel contra la franja, Hezbolá había abierto un segundo frente al atacar un puesto fronterizo y lanzar una andanada de misiles contra las ciudades de norte israelí, lo cual dio origen a la llamada Segunda Guerra del Líbano. Pero aquel mismo movimiento chiíta que salió a tenderle una mano solidaria a Hamas hace dos años y medio, esta semana no disparó al otro lado de la frontera ni una cañita voladora. El éxito israelí en la fase inicial de esta guerra de Gaza ha provocado una relectura de la guerra del Líbano, que hasta hace poco la opinión pública israelí daba por perdida. Ahora los medios de ese país señalan que más allá de la propaganda –y del precio político que debió pagar el premier saliente Ehud Olmert– en esa guerra contra Hezbolá se había cumplido el objetivo militar de acallar el hostigamiento desde el sur libanés.
Y así llegamos a la guerra entre Israel y la Franja de Gaza. La lanzó el gobierno israelí, con el apoyo masivo de su población, sin que mediaran circunstancias novedosas que hicieran escalar el conflicto de manera significativa, más allá de algún aumento en cohetería para renegociar una tregua que no venía favoreciendo a los palestinos, en un momento oportuno para los políticos del gobierno israelí, que corrían con desventaja, a un mes y monedas de las elecciones, contra un candidato de mano dura del derechista partido Likud, Benjamin Netanyahu, que prometía derrocar al gobierno de Hamas en la franja, y hacerlo rápido, mediante una invasión militar.
El gobierno israelí dice que tomó la decisión de empezar la guerra para frenar el lanzamiento de cohetes caseros desde la frontera de la franja. Hasta esta semana, los proyectiles lanzados por militantes de Hamas y sus aliados habían causado la muerte a siete israelíes e innumerables heridos, destrozos y sustos, a lo largo de los últimos siete años. Para los habitantes de la franja fueron siete años de opresión. En enero del 2006 los palestinos eligieron al movimiento Hamas para ocupar la mayoría parlamentaria de la Autoridad Palestina en elecciones que fueron declaradas justas y limpias por todas las organizaciones internacionales. Desde entonces, Hamas gobierna sobre el millón y medio de palestinos que habita la franja, en su mayoría refugiados.
En respuesta a la elección de Hamas, desde el 2007 Tel Aviv somete a la franja a un bloqueo casi total, que ha derivado en una crisis humanitaria. Otra vez, ¿hacían falta tantos muertos? El argumento que recorrió el encendido discurso de la canciller israelí, Tipzi Livni, para justificar las fatalidades, se ajusta a la Teoría de Guerra Justa. La misma teoría en la que se amparan las potencias occidentales para fundamentar sus acciones bélicas desde los tiempos de Cicerón.
Israel ejerció su derecho a no seguir sufriendo ataques terroristas, dijo Livni. Israel agotó todas las instancias previas sin obtener el resultado deseado. Sin embargo, bajo la Teoría de Guerra Justa la decisión del gobierno israelí de ir a la guerra podrá ser defendible, pero los medios utilizados no tanto. Según una carta pastoral de la Iglesia Católica estadounidense de 1983, que resume la corriente doctrinaria, dentro del criterio “jus in bello” que debería regir la conducta en guerra, existe el llamado principio de la proporcionalidad. “La fuerza debe ser proporcional al mal recibido, y al posible bien que pueda suscitar. Cuanto más desproporcionado es el número de muertes civiles colaterales, más sospechosa será la sinceridad del reclamo de la nación beligerante sobre la justicia de la guerra que pelea”, señala el documento.
Es cierto que en cualquier guerra, invasión o bombardeo algunas muertes civiles parecen estadísticamente inevitables. También lo es que la relación entre civiles y militantes muertos en este conflicto armado no es muy distinta a la de los demás. Y también es cierto que Hamas ya había violado el criterio de “jus in bello” al disparar sus cohetes contra la población civil. Pero nada de eso alcanza para justificar la brutalidad de la respuesta israelí. A la Teoría de Guerra Justa se opone el artículo “Para una crítica de la violencia”, escrito por filósofo neomarxista judeo-alemán Walter Benjamin. “Toda violencia es, como medio, poder que funda o conserva derechos”, sostiene el texto. Para el caso que nos ocupa, por un lado estaría el derecho a no ser atacado, por el otro el derecho a no ser oprimido. Para el filósofo de la afamada Escuela de Frankfurt existe una alternativa a las soluciones violentas. Esa alternativa, sin embargo, no puede provenir del Estado, ya que el Estado, para imponer sus derechos, necesariamente debe recurrir a alguna modalidad de violencia, más o menos explícita.
“A los medios legales e ilegales de toda índole, que son siempre todos violentos, es lícito por lo tanto oponer, como puros, los medios no violentos. Delicadeza, simpatía, amor a la paz, confianza y todo lo que aún se podría añadir constituyen su fundamento subjetivo. Pero su manifestación objetiva se halla determinada por la ley que establece que los medios puros no son nunca medios de solución inmediata, sino medios de soluciones mediatas.” Benjamin murió en 1940 y ya no está para opinar sobre esta guerra, sobre la decisión del gobierno israelí de forzar una solución inmediata para el problema de los cohetes palestinos. Pero es posible imaginarse lo que el filósofo hubiera pensado sobre los medios utilizados. Hubiera pensado que sobran demasiados muertos. (La foto, publicada en el periódico The mirror es posible divisar que el llamado teatro de operaciones militares está rodeada de población civil, principal blanco de este tipo de guerras desde hace 60 años. La tecnología, lejos de aminorar los eufemísticos efectos colaterales, en realidad, multiplica el terror sobre este segmento, el único y verdadero objetivo militar a conquistar).